Page 236 - Resiliente
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Sandra llego hasta nosotros corriendo, sudaba, mostraba una

                                    cara de intriga y a su vez de angustia, no entendia muy bien
                                    todo lo que estaba pasando.



                                            —Disculpen, —dijo —perdonen la interrupción... pero...

                                    ¿Mario puedes decirme que está pasando?
                                            —Los encontramos en la farmacia. —dije sonriendo.

                                            —¿Y revisaste que no estuvieran...? —dijo mirandolos.
                                            —Si Sandra —dije asintiendo —ya revise...

                                            —Me alegra que hayan vuelto sanos. —dijo asintiendo.
                                            —Mejor será que te vayas a presentar. —dije yo señalándo-

                                    los al nuevo grupo.



                                    Ella asintió, Sandra se aproximó primero a Carlos, Cleo también
                                    y Camila se unió al final, aunque más tímida, todos se saluda-

                                    ron y vi a un Carlos que no había visto en la ciudad, a uno más
                                    jovial, mucho más tranquilo.



                                    Los dos muchachos corrieron a él mostrándoles a Paco y el asin-

                                    tió feliz, acariciando al perro, en la ciudad había sido un
                                    demonio diferente, aquí había apaciguado tal odio... me recordó

                                    a nosotros mismos, ese hombre era el reflejo de los monstruos
                                    que ahora vivían dentro de nosotros y demostraba cuanta signifi-

                                    cancia tenia este lugar en nuestra vida, Máximo se unió a Cleo
                                    más allá y Mauro se quedó cruzado de brazos.



                                    Entonces mire a Sandra, que tras haber saludado a todos,

                                    se dirigió hacia Cesar con timidez... y era la primera vez
                                    que veía a Sandra así, distinta, cuando finalmente estrecharon

                                    sus manos, pude ver la gran palma de Cesar envolver a la de
                                    Sandra y ella comenzó a sonreír, yo me quede tieso al ver tal

                                    cosa, ella estaba sonriendo.



                                    Desde hacía semanas enteras jamás había visto a Sandra sonreír
                                    con tal placidez, me gire lentamente, contento de que finalmente

                                    de que pudimos extraer placidez de ella, pero mire a Mauro...
                                    y fue como, coño se viene otro peo...




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