Page 30 - Resiliente
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Dejare mi carta simplemente por que vale la pena que cualquiera
lea lo valiente que tuvo que ser mi padre para hacer esto...
finalmente me aparte de tanto dolor, salí de mi casa y busque en
la casa de mi abuelo donde encontré un revolver bien conocido,
gracias a Dios el no tuvo que vivir este horror... como mi pa-
dre dijo, mis tíos habían abandonado todas sus pertenecías y se
habían ido con él, solamente me encantaría saber a dónde, pero
tengo que encontrar a Camila y a Mauro, si es que aún viven...
Camine por toda la urbanización, camine de arriba abajo
y revise todas las casas, dejando por último la de Mauro,
entre a la oscuridad y de inmediato percibí el hedor a sangre,
pero mis dedos estaban fríos, lo siguen estando ahora, mi cabeza
está dando tantas vueltas... cuando entre vi al vigilante,
el que se había encargado de mantener la urbanización encima
de un pedazo de carne que no puedo describir, era algo rojo
que había perdido su forma después de ser destrozado tan ávi-
damente, le disparé al vigilante sin ningún remordimiento,
le volé la cabeza con la escopeta y le volví a disparar al
robusto cuerpo dos veces más.
Revise todo, no había rastro de nadie, solo sangre en la habi-
tación principal... me senté afuera, escuche los pájaros volar,
y luego de eso volví aquí, recogí el cuerpo de mi madre envuel-
to en una sábana azul que encontró en el closet, la lleve hacia
el parque de la urbanización y pase un buen rato de la mañana
abriendo una profunda fosa, coloque los restos de mi madre y la
deje reposando allí, luego de eso volví aquí... esos han sido
mis terribles acontecimientos, tanto dolor en tan poco tiempo,
y lo que es más horribles es que ahora me doy cuenta de que las
probabilidades de que todo lo que yo una vez ame tanto podría
estar muerto y no volver jamás.
Tengo que encontrar a mi esposa Camila, tengo que ver dónde
diablos están mis amigos Mauro y Máximo, tengo que tener res-
puestas y espero que pueda hallarlas, porque mi viaje, mi terri-
ble viaje comienza una vez suelte mi lápiz y deje este papel,
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