Page 32 - Resiliente
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se habrían salvado, lo dudo, pero que sea así me mueve y me

                                    inspira a seguir con vida, cuando salí de la urbanización me di
                                    cuenta de que muchos de los zombis estaban agrupados en varios

                                    sectores de la Pedregosa, acelere mi jeep atropellando a la
                                    mayoría, y en mi ensimismamiento el jeep por poco y se descon-

                                    trola y me quedo varado en una cuneta, es realmente peligroso
                                    manejar airado, si lees esto, no manejes airado, cuida no atro-

                                    pellar a esos malditos de una forma excesiva.



                                    Pero no puedo negarlo que disfrute ver como sus torsos se sepa-
                                    raban cuando el parachoques los golpeaba, seguí descendiendo la

                                    empinada ladera, el cielo se nublo un poco esta tarde y presentí
                                    que iba a llover, era seguro que sí. Aceleré un poco el jeep

                                    y salí a la avenida Los Próceres, y proseguí hacia el canal
                                    de bajada, el único disponible, toda la calle de alrededor

                                    estaba totalmente intransitable, acelere mi jeep y descendí
                                    a toda velocidad, mire todos los sitios que antes había visi-

                                    tado y volví a sentir esa desagradable sensación del nudo del
                                    estómago, todo estaba igual de siniestrado, todo saqueado,

                                    todo destrozado, destrucción por donde miro, giré por el Puen-
                                    te y salí hacia la Parroquia, sector donde los padres de mi

                                    esposa habitaban... no sé cuántos zombis vi por el camino, solo
                                    sé que se estaban agrupando y que probablemente llegarían a los

                                    miles, sin embargo, estaba ido, solamente quería estrecharla en
                                    mis brazos aquella misma noche, consolarme con ella y hablarle

                                    de todo esto... sin embargo lamento decir que mis posibilidades
                                    son nulas de hacerlo, termine en la Plaza de la Parroquia,

                                    observe que habían hecho un bloqueo militar así que tuve que
                                    dar la vuelta y estacionar el jeep de modo que pudiera salir

                                    a toda velocidad si era necesario.



                                    Me bajé, y seguí caminando por la Plaza como muchas veces lo
                                    hice, todos los edificios estaban manchados de sangre y de perdi-

                                    gonazos, se veía la guerra que aquel sector sufrio, me estre-
                                    mezco en pensar en los alaridos que se escucharon cuando los

                                    zombis invadieron la ciudad, pero no, yo estaba atrapado por
                                    orden del gobierno sirviéndole a una causa totalmente inútil.




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