Page 67 - Resiliente
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Máximo abrió la puerta replegable y recuerdo haber salido como
un rayo hacia la calle tras bajar las escaleras trotando, mire
que habían infectados para donde mirara, y observe mi jeep más
abajo, sin disparar y con el hacha de Mauro en mi mano corrí
hacia el jeep y brinque sobre la puerta, me gire y observe que
no menos de cincuenta infectados se me venían encima rápi-
damente, cuando encendí el jeep ellos ya estaban poniendo sus
pútridos dedos sobre mí. Acelere y baje a toda velocidad,
el edificio de la farmacia estaba a unos pocos metros.
Cuando llegue en frente, mire a unos histéricos allí, pare
el jeep y saque la llave para poder disparar, al primero
el tiro le saco la cabeza del cuello, pero al otro le falle,
el histérico se estrelló contra el capo pegando gritos, maldito
hijo de puta como lo odiaba en aquel momento, le apunte cui-
dadosamente y lo mire a los ojos que estaban en blanco, jamás
sentí tal odio por una criatura tan horrible, le dispare, y no
puedo negarlo lector, sentí un gran placer en ver como la cabeza
de aquella mierda que tanto mal había causado se separaba de su
torso y con él su vida nefasta.
Brinqué del jeep y corrí hacia la puerta delantera que era
de vidrio, para mi horrible pesar, observe que todos los
anaqueles estaban volteados y que aquel sitio había sido
saqueado hasta la medula, aun no perdí la esperanza, entre
trotando y mire que los tenderos de la tienda se habían vuelto
Revividos ahora, aún estaban en su ropa blanca que era el uni-
forme de la conocida franquicia de farmacias, el primero se me
vino encima y recuerdo haber girado mi brazo con fuerza con el
hacha en la mano y luego ver como la cabeza saltaba del cuer-
po, tras un gemido y un sonido sordo, el otro revivido era una
mujer, le tire el hacha, pero falle el primer tiro, no es tan
fácil como se ve en las películas, sobre todo cuando andas tan
cagado y tienes tanto que perder.
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