Page 68 - Resiliente
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Subí la escopeta y olvidándome del consejo que me di a mí
mismo sobre no disparar aquella ruidosa cosa infernal,
le volé la cabeza, cuando el revivido cayo mire que otros
histéricos se paraban al otro lado de un vidrio que aún estaba
intacto a gritar a golpearlo con una horrorosa vehemencia,
el vidrio comenzó a agrietarse, y eran cuatro, mientras ese
vidrio soportara yo iba a vivir.
Corrí hacia el final de la tienda donde estaban los suplementos
quirúrgicos y para mi alivio vi que aquella parte realmente era
inútil para cualquiera que no supiera manipular aquellas cosas,
llegue y de un culatazo rompí el vidrio y saque la caja de
solución nutricional del anaquel, pero pesaba mucho el líquido,
el vidrio se rompió y los histéricos se hicieron dentro de la
farmacia, escuche su aullido odioso y le dispare al primero,
luego al otro y luego al tercero que se venía de frente,
el otro lo perdí de vista, y para mi horror lo sentí a mi
espalda, cuando me agarro sentí la calentura de su aliento
sobre mis hombros, me entro una desesperación y grite lanzán-
dome de espaldas contra la pared usando toda la potencia
de mis piernas me permitian.
Agarre al histérico por el pelo y comencé a golpearlo contra
la pared hasta que esta que era blanca se ponía roja y la san-
gre caía a borbotones. Cuando se calló lo pise hasta que su
cuerpo dejo de temblar, agarre la caja y todo tembloroso llegue
de nuevo al jeep lanzándola sin cuidad, cientos de revividos
venían por todos lados y también histéricos corrían por la
calle entorpeciéndose contra los revividos, metí retroceso
y atropelle a un grupo de ellos, acelere y brinque de la isla
a la otra y luego me metí por el canal de subida, acelere hasta
el Mercado y me pare justo en frente, cuando me tire del jeep
con la solución en mis manos, llegue a la puerta y comencé
a golpearla y a gritar el nombre de Máximo.
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