Page 146 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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146                  EL  MUNDO  HELENÍSTICO

     una mortal regordeta, de encantos dudosos, una belleza de estilo levan­
     tino, se ha llegado a escribir (Gh. Picard).

     El ameno realismo de Aisjandría ■

        A pesar de la riqueza y k  diversidad de ks escuelas asiáticas, la es­
     cultura del Egipto tolemaico resiste bien la comparación. Por otra par­
     te, a veces es difícil distinguirlos: un Calata del Fayum es muy parecido
     a los Calatas de Pérgamo, y la Afrodita, metida en carnes remite a sus
     hermanas sirias.
        La influencia praxiteiiana es mayor en Alejandría que en cualquier
     otro lugar, Se manifiesta, en particular, en las innumerables representa­
     ciones .femeninas que no suelen tener de diosas más que eJ nombre; Afro­
     dita Anadiomene (saliendo de las aguas), deshaciendo su melena o atán­
     dose la sandalia, Afrodita púdica, que disimula coquetamente ios encantos
     de su cuerpo rollizo. Una dé las más emotivas derivaciones de los mode­
     los praxitelianos procede de un centro cercano: es. la Venus de d r en e (si­
     glo II),
        La observación precisa de la realidad apasionaba, y cabe pensar que
     en aquel realismo confluían una corriente griega, surgida desde el clasi­
     cismo, y una corriente egipcia, cuyo arte autóctono siempre se entregó al
     análisis minucioso, y a menudo divertido, de lo real Cada vez gustaba
     más la anécdota por la anécdota, y las escenas de género reemplazaban
     a las escenas de inspiración religiosa. En ellas, los amorcillos retozan a su
     aire, graciosos putti de gruesas mejillas y rostro burlón, además de ani­
     males domésticos, como en los epigrarftäsde h  Antología. El escultor se
     complace en diferenciar las distintas tipologías sociales, y aparecen las
     vidas délos pobres, de los mMílos, délos campesinos, de lös pescado^
     res, o de los bufones, un testimómo altamente instructivo; para el histo­
     riador de la vida cotidiana. Ya no se desdeñan los personajes· exóticos
     que deambulan por la Alejandría cosmopolita; nubios, libios, negros. En
     el relieve pintoresco, una délas creaciones mas originales del alejando ·■

     nismo, el artista sabe evocar todo un paisaje en un marco modesto: pai­
     saje rural, emparentado con los de los contemporáneos idilios, y paisaje
     urbano, portuario o nilótico.
        Los temas de género o los relieves pintorescos trasmiten, en sus for ­
     mas más variadas, un intenso amor por la vida, que también se observa
     en los retratos, sobre todo de la realeza, cuyos mejores ejemplos denotaa
     un agudo sentido del análisis psicológico. Existen destacables bustos de
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