Page 30 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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         La ciudad debió esencialmente dicha prosperidad a su posición privi­
     legiada: estaba situada muy eerea de k  costa asiádca y f rente a Alejandría,
     Poseía tres puertos, llenos: de:diques e im portantes arsenales: uno para el
     comercio, otro para la guerra y otro más para las escalas. En sus gigantes­
     cos depósitos se almacenabao wfto y aceite del país o importados, trigo del
     Ponto y de Egipto, jarras y productos exóticos que redistribuía seguida­
     mente por todo el Mediterráneo. Las ánforas marcadas opa ¡sus sellos lle­
     gaban a todas partes, desde ks estepas del Póntico hasta Galia e Hispania,
     En definitiva, tomó el relevo ddP ireodek época clásica, eon una banca
     especialmente activa y una marina de guerra -»-cincueritá;buques, admira­
     blemente atendidos— que mantenía k  paz en el Egeo en íueba con k  pi*
     ratería. Su legislación marítima, k  lex Wmdmyi\m tan cooocícteque inclu­
     so Marco Aurelio tomó algunos de sus principios, heredados por Bízancio
     y Venecia, Rodas era tan rica y tan util para todos que, tras ser destruida
     por un terremoto en el 227, fue reconstruida inmediatamente con ayuda
     de todo el mundo griego.
        Tan alto esplendor se derrumbó casi de golpe. Fiel aliada de Roma
     durante largo tiempo, Rodas obtuvo, con el tratado de Apamea (véase la
     pág. 48), importantes posesiones en eí continente, en Lieiayenla Caria
     meridional; pero se pasó de lista y sus intrigas agotaron la paciencia de
     Roma, que, en el lóó, creó un puerto franco en Délos, cuya competen­
     cia hundió eí negocio rodio. En dos anos, el beneficio de sus aduanas
     (tasas ad valorem del 2%d) pasó de ia colosal cifra de 1 millón de dracmas
     a  150,000, Obligada a pactar con Roma, perdió de facto su indepen­
     dencia.
        Rodas pasó a ser una dudad de ks artes y las ciencias, un foco uni­
     versitario al que acudían los jóvenes romanos dek aristocracia para com­
     pletar sus estudios. Sus escuelas de retórica, conocidas a partir de Esqui­
     nes, propagaban un despojado aticismo, Posidonio de Apamea enseñaba
     con brillantez eí estoicismo (véase la pág. 126) y los escultores investiga­
     ban en direcciones muy diversas* con predilección por él patetismo de
     Pérgamo (véase k  pág, 145),
        Délos fue poco a poco desempeñando un nuevo papel que converti­
     ría la cuna de Apolo en uno de los mayores centros comerciales. En este
     aspecto, k  posición dé la isla aún era predomíname, pero también juga­
     ban en su favor las enormes riquezas acumuladas en los templos, de ks
     que los inventarios grabados en los mármoles nos permiten hacernos
     una idea. Los sacerdotes se transformaron en banqueros y su ejemplo
     fue rápidamente seguido por los particulares (véanse las págs. 76 y sigs.).
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