Page 34 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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34 EL MUNDO HELENÍSTICO
Los REINOS NÓRDICOS
El verdadero poder estaba representado por Macedonia, que, de he
cho, extendió su hegemonía sobre las ciudades aparentemente indepen
dientes de la Grecia estricta, hegemonía a ia que sólo podían enfrentar
se las Ligas etolia ÿ aquéæ Âl lado de Macedonia, Epíro desempeñaba
un triste papel, excepto durante el fulgurante reinado de Pirro.
Ei rem o de Macedonia
En el 276, Antigono G on a t as reconquistó definitivamente el reino
de Macedonia, que ya había pertenecido a su padre, Demetrio I Polior
cetes, y fundó una dinastía que reinaría hasta la conquista romana. Su
autoridad, saivaguardada por guarniciones al mando de estrategas, no se
extendía sólo sobre Macedonia, sino también sóbre la parte de Grecia
que no estaba en manos de los etoiios o los aqueos.
El gran rey Antigono (276-239), amigo de filósofos y rodeado de gen
tes de letras, como el h istoriador Jerónimo de Cardia y el poeta Acato de
Solos, actuaba con energía y prudencia. Tenía un altó concepto de su ofi
cio de rey: «¿Has entendido ™le dijo a su hijo—- que nuestra realeza no
es más que una noble servidumbre?». A pesar de que Atenas fuese en:
cierto modo su «capital intelectual», él se estableció nuevamente en Pe
lla, en tanto su padre había construido una nueva capital^ Demetriade, en
ei golfo de Pagasas. Antigono defendió Macedonia con éxito frente a las
acometidas de Pirro y su hijo Alejandro, reyes de Epiro» Sometió Atenas,
que, instigada por Cremómdes, se había sublevado en su contra en nom
bre de la libertad. Pero no pudo evitar que Arato incorporara Sición a la
Liga aquea y le arrebatase Corinto. En el interior, instauró el absolutismo
real y prosiguió la creación de ciudades: fundó tres Antigonia en 1a Cai-
cídica, sobre el Axio (actual Vardar) y sobre el Aoos (actual Vijöse).
Su hijo, Demetrio II el Hermoso, tuvo que luchar contra una coali
ción general de la Grecia central y del Peloponeso. Ai morir, su primo,
Antigono Dosón, heredó una situación complicada. Con una hábil ma
niobra, restauró la influencia macedonia en el Peloponeso, donde ha
bía sido reclamado por los aqueos, antiguos adversarios de Macedo
nia, a ia sazón inquietos por las revolucionarias reformas del lacedemo-
nío Cleómenes; recuperó Corinto, ocupada por el rey de Esparta, orga
nizó una poderosa simmaquia agrupando la mitad de Grecia (de donde