Page 37 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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LOS ESTADOS HELENÍSTICOS 37
de su reino, a pesar de haberse ampliado considerablemente, eran insu
ficientes para permitirle actuar.
En el 281 tuvo una nueva oportunidad cuando los taren tinos recla
maron su ayuda contra los romanos. Siguiendo el ejemplo de su primo,
Alejandro Magno, que mostró hasta dónde se podía llegar con un espíri
tu apasionado, encaminado a la consecución de un fin sobrehumano,
acompañado por el sentimiento de ser descendiente del ardoroso Aqui
les, puso rumbo a Italia, donde alcanzó los éxitos más brillantes, y pasó
después a Sicilia para defender a los griegos contra Cartago. Paladín del
helenismo, creó un vasto reino en Occidente, pero, abandonado por sus
propios aliados, volvió a Kpi.ro para obtener nuevos recursos, sin renun
ciar íil gran proyecto de un Estado unificado de las Dos Sicilias y dejan
do, además, un hijo en Türento con un importante contingente armado.
Reconquistar el trono de Macedonia fue un juego para él, de modo
que se lanzó al asalto del Peloppneso, Su muerte en Argos sólo tornó de
finitiva una derrota en Occidente que él siempre creyó provisional.
Pirro, uno de los genios militares con más talento de la Antigüedad,
el único, según Apiano {De rebus Syriacts, 10, 39), digno de ser compa
rado con Alejandro, fue también un organizador. Ya habtá ocasión
(véanse las págs. 39 y stgs.) de analizar su política en Occidente. En el
propio Epiro, su actividad no fue menos importante; poco a poco, su
reino abandonó k barbarie, su nueva capital, Ambracia, se convirtió en
una hermosa ciudad, dominada por el palacio real y adornada con nu
merosas obras de arte; el santuario de Dodona albergó nuevas construc
ciones y se intensificaron ks relaciones económicas con Italia.
El fin de k monarquía
A k muerte de Pirro, Alejandro, su hijo, firmó k paz con Gonatas,
pero, con motivo de k guerra de Cremónidés, intentó ocupar de nuevo
Macedonia, sufriendo tal derrota a manos del hijo de Gonatas, el joven
Demetrio, que tuvo que refugiarse en Acarnania; la ayuda de sus aliados
le permitió restablecerse en Epi.ro y, antes de desaparecer, se repartió
Acarnania con los etolios.
Tras Alejandro, k reina Olimpias busco una alianza con Macedonia,
pero sus dos hijos, Pirro II y Tolomeo, murieron uno tras otro y la mo
narquía fue derrocada:
Se instauró entonces una república, dirigida por un colegio de tres es
trategas, sin duda elegidos por la asamblea de los epi rotas, que to ni ai) a