Page 57 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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LOS ESTADOS HELENÍSTICOS 57
cierta pátina de realeza, aunque no implicaban verdaderos vínculos de
parentesco). Si se anadee] cuito real, que estudiaremos más adelante
(véanse las págs. 154-155), y la presencia de la efigie real en ks monedas
(los únicos que no representaban la imagen del soberano viviente eran ios
atálidas), puede calibrarse la importancia de una época en la que se. insti
tuyeron unas costumbres la mayoría délas cuales serían adoptadas por los
emperadores de Roma y Bizan do y por los soberanos modernos.
Im administración reai
El rey era la ley viviente. Así pues, legislaba sin que sus decisiones tu
vieran que ser aprobadas por ningún consejo o asamblea, y ésa era la di
ferencia esencial con el período clásico, en que la ley era la expresión de
la comunidad. En los pormenores, los.ttxtos.en.los.que.se expresaba la
todopoderosa voluntad del rey son variados: leyes {nomoi), reglamentos
,
(diagrammata) y ordenanzas (pm$¿agMát.a)i:,qu:&a menudo, adoptan for
ma' de cartas.
Como es natural, el rey, omnipotente en todos los aspectos, no podía
conocerlo ni decidirlo todo por sí mismo, de modo que invitaba a sus
«amigos» a celebrar un consejo para asesorarlo. A algunos cíe ellos les
confiaba cargos que, en la mayoría de los casos, corresponderían a sen
dos ministerios, aunque, como funciones específicamente reales, siem
pre se reservaba el mando del ejército y ios supremos pontificados. Apa
rece, generalmente, una suerte de visir, que, por otra parte, exhibe un
título modesto (encargado de los asuntos), un gran canciller {especial
mente importante en Egipto, donde ia burocracia era agobiante), un mi
nistro de Justicia (en Egipto, el juez supremo) y un inspector general de
finanzas (entre los lágidas, el dioketesyyt entre los seiéucidas, ei encarga
do de las rentas reales).
La administración local era un calco de las de los reinos anteriores a la
conquista de Alejandro y, como aquéllas, se basaba en la noción de terri
torio administrado por un delegado reíd. Pero tanto entre los lágidas corno
entre los seiéucidas, se tendía a sustituir al jefe tradicional de región, no-
marca o sátrapa, por un gobernador militar, que progresivamente concen
tró en sus manos todos los poderes,15 y que adoptó por doquier el título de
15. Así, en Egipto, a partir del siglo O, él estratega recibía a menudo b intendencia
de los ingresos reales, es decir, ks atribuciones del ecónomo (jefe de los servicios finan-