Page 225 - Biografia
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Jorge Humberto Barahona González



               - Esta otra misión ocurrió en Sasaima, corría el año de 1980, yo ya era profesional
            de la  comunicación  social  y locución  empresarial,  o sea, promotor  de ventas y pu-
            blicidad  de  Coca-Cola,  atendía  las  ferias  y  fiestas  en  Sasaima.  Una  mañana,  llego
            a mi hotel, el primer vendedor de la ruta de Coca-Cola, afanado, porque su niño estaba
            muriendo y la madre del niño, estaba con el cura del pueblo, habían llegado a un acuerdo:
            “Si bautizamos al chino (que hoy tiene 40 años) se salva”, desde ese día, soy
            el padrino de bautizo de José Rodríguez junior y compadre de mi compañero y
            amigo José Rodríguez. Si desea saber más detalles de esta misión, tomémonos otro
            granizado, si no, arranquemos con la siguiente.


               - En Cachipay (C/marca), ocurrió la siguiente misión, era una noche espectacular,
            era la elección y coronación de la reina de yo no sé qué, ya hasta se me olvido, el Al-
            zheimer mijo, el Alzheimer. Era la noche patrocinada por aguardiente néctar, yo había
            estado la noche anterior con orquesta, o sea, que esa noche en mención, descansaba
            y por lo tanto, me preparaba para pasarla del carajo, ya que era invitado especial a la
            noche  néctar, porque  así acostumbrábamos todos los promotores  de las diferentes
            empresas que atendíamos las ferias y fiestas con reinado en la programación. Con
            mis compañeros de Coca-Cola organizamos nuestra mesa junto al escenario, ya que
            habíamos planeado pasarla bueno esa noche. Pero recuerden que hablamos de mi-
            siones especiales encomendadas por Dios, sin que yo supiera, y entonces, ahí va.


               Serian como las 7:30 de la noche, el parque de Cachipay estaba a reventar, orquesta
            y escenario listos, candidatas y jurado calificador listos, el montaje y decoración uno A,
            nosotros compartiendo un granizado néctar, de civiles, sentados en la mesa con los de
            Bavaria, Mustang, Postobón, alcaldía e invitados especiales, la noche pintaba chévere,
            de pronto, las degustadoras y el equipo de trabajo de néctar me dicen: “Don Jorgito,
            nos permite una consulta, tenemos un pequeño problema, mire el estado en el
            que está el promotor y presentador de néctar, el señor…” (por respeto no digo su
            nombre), cuando veo al tipo, me dio hasta risa, que como estaba…? Pues como
            creen, borracho, inmediatamente se me ocurrió que le quitaran el uniforme y que hice
            después…? Eso, me lo puse y lo reemplace esa noche, nadie se dio cuenta, y hasta
            hoy, mis estimados lectores, ustedes lo saben, si quieren más detalles, me tomo el otro
            granizado néctar y les cuento, sino, dejemos así ahijadito, que esto se pone bueno…!


               - Viene la otra misión, atendía el festival del retorno en la Mesa, de pronto, a las 5:30
            de la mañana, golpean en la puerta del hotel donde estaba hospedado, era Javier Bo-
            hórquez (promotor de Bavaria) y me dice: “Jorgito, imagínate lo que nos pasa, la ca-
            mioneta de reparto del depósito de aquí amaneció varada, no hay como surtir, que
            me aconseja…?”, y yo, con mis misiones imposibles (sin saber), le digo: “Nos vamos
            a demorar más, pero con su camioneta de Bavaria, y con la camioneta de Coca-Cola,
            vamos a surtir el pueblo”, “Usted está loco Jorge, eso es imposible” me dice Javier, pero
            aunque parecía imposible, lo hicimos, eso sí, terminamos como para recoger con cucha-
            ra, duramos, cada uno con dos vendedores de ruta, de 6 de la mañana a 6 de la tarde.




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