Page 224 - Biografia
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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
Hablar de la graduación de un locutor empresarial, de un promotor de publicidad, de
lo máximo de la animación y coordinación de eventos, haber quemado las etapas de
bingo, bazares, fiesta, bingo, fiestas, presentación de graduaciones, presentación de
desfiles de moda, coordinación, presentación y animación de ferias y fiestas en pobla-
ciones, presentación en reinados veredales, municipales y departamentales.
Debemos hablar del reinado nacional del turismo en Girardot, son cuatro días con sus
noches de un trabajo extenuante. Se realiza en el mes de octubre de cada año, no so-
lamente es atender con ventas, animación y presentación de los desfiles de carrozas,
desfile en traje de baño, desfile de trajes típicos y de fantasía, sino lo máximo, es aten-
der durante cuatro noches, los clubes sociales y la llamada “pista de baile más grande
de América”, más de cien mil personas ubicadas en el camellón del comercio o carrera
10ª en Girardot, y no estoy exagerando, son cuatro orquestas de renombre nacional e
internacional, ubicadas en los dos escenarios o conchas acústicas, una sobre la carrile-
ra del tren y la otra sobre la carrera décima o calle décima, ya no recuerdo, el Alzheimer
mijo, el Alzheimer. Se manejaban con micrófono inalámbrico, de 6 de tarde a 6 de la
mañana, sin exagerar, hay que vivirlo para contarlo, en fin… si desea mas detalles, que
tal un whisky solo Old Parr…? Y le sigo contando… si no… dejemos así ahijadito…!
Después de muchos años, me di cuenta de encargos o misiones que me encomendó
mi Dios y que yo, afortunadamente, sin darme cuenta, las cumplí a cabalidad, porque
como decía mi madre: “Que la mano derecha nunca se entere de lo que hace la mano
izquierda”, el que lo entendió lo entendió…! Bueno, mejor no filosofemos y continue-
mos. Este retrato pinta bueno, lo he denominado Misiones encomendadas por Dios,
sin darme cuenta, estas fueron las más representativas, las que me acorde, todas con
final feliz.
- Tenía 10 años de edad, cursaba el cuarto de primaria en el colegio Agustiniano,
ahí empezó mi primera misión, la llamare, el gordo y yo. El gordo Miguel Ángel Rodrí-
guez, era un gordo bonachón, buen estudiante, buen amigo, buen compañero de pupi-
tre, pero cuando tocaban el timbre para el recreo, ese gordo empezaba a padecer… si
desean saber porque y como lo ayude a superar sus frustraciones… que tal un néctar
verde granizado…! Ahh…! Que ricooo…!
- Mi otra misión, ocurrió en la excursión que organizamos para la despedida de ba-
chilleres en 1972, a la costa norte de Colombia, había un compañero que no podía ir
debido a la precaria situación económica de sus padres, y yo, como miembro del comité
de organización, realice la gestión para que ese compañero no se quedara en Bogotá,
frustrado, lo llevamos gratis, y le pedí a mi padre que, conjuntamente con mis gastos,
incluyera los de él, les cuento que la pasamos del carajo y nadie se dio cuenta de esta
misión casi imposible, si desea más detalles, que tal un granizado de néctar verde…?
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