Page 221 - Biografia
P. 221
Jorge Humberto Barahona González
fue terrible, ya que en el sitio donde me hice, “chupaba” mas calor.
Recordando este retrato les cuento que dieron ganas de un granizado de néctar ver-
de. Ahh…! Que ricooo…!, bueno, salud, ahora si, continuemos…
Después de cuatro horas de camello, o sea, instalamos los dos puestos de degus-
tación a las 10 de la mañana y a las 2:30 de la tarde, mientras estábamos recogiendo
todo, llega una señora con tres amigas, más prendidas que un pesebre, y me dice:
“Señor por favor, nos puede regalar los últimos aguardienticos fríos…? Mejor
dicho, los de pa’irnos…?”, todos nos miramos y le dije: “Con mucho gusto señora”,
mis compañeros me miraron, echándome la madre, ya que había que sacar el hielo,
el guaro frío y las cuatro copas de las camionetas, estando ya todo empacado y listos
para salir. Me toco hacerlo a mi con uno de los conductores, porque a ninguna de las
chicas les dio la gana. Les serví los cuatro guaros que se convirtieron en 18, hasta que
las señoras se fueron jinchas y de pronto que se acerca un caballero, como dice la
canción de Vicente Fernández, y me dice: “Quiero felicitarlo, usted es un berraco”,
me dio una tarjeta de presentación: “Fulano de tal, gerente de mercadeo E.L.C”.
quiere saber que paso con este señor…?, si le interesa, le cuento saboreando un ricooo
ron santa fe granizado, si no, dejemos así ahijadito
Viendo el mundial de Rusia de 2018, recordaba los mundiales que, como promotor
de publicidad de Bogotá en Coca-Cola, tocaba acompañar el recibimiento de la copa
mundo por los países participantes a ese mundial, eran unas caravanas muy chéveres.
Tenía 11 años al servicio de Coca-Cola, era un promotor de publicidad y ventas reco-
nocido y exitoso. Un buen día, en unas ferias y fiestas de un pueblo cualquiera de Cun-
dinamarca, me invitaron a cenar en la noche para proponerme un cambio en mi vida,
el vicepresidente de mercadeo y ventas de representaciones continental, aguardiente
Néctar, me dice: “Jorge, estamos interesados en que usted haga parte de nuestra
nomina, nos gusta su trabajo, que opina…?”, yo no sabía que hacer, sin embargo lo
consulte con mi padrino en Coca-Cola, el doctor Otálora (Q.E.P.D), el me hizo ver mu-
chas razones negativas para que no me cambiara, si desean saber que paso, que tal
un granizado de vodka…? Ahh…! Que ricooo…!, si no les interesa saber cómo termino
este episodio tan importante en mi vida, dejemos así ahijadito…
Una de mis grandes frustraciones, fue el no haber aprendido a realizar doblajes de
películas al español, o proponer mi voz para ser narrador de documentales en cine y te-
levisión. Los cursos para estas actividades los dictaba Gaspar Ospina y Otto Greifens-
tein, en una escuela de la época (1990), yo fui a inscribirme, pero ese día no estaban ni
221