Page 263 - Biografia
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Jorge Humberto Barahona González







                                                       LO QUE VI EN


                                                            CABRERA



                                                  CUNDINAMARCA










               Atendía  las  ferias  y  fiestas  del  municipio  de  Cabrera  en  1995,  en  esa  épo-
            ca, era promotor de ventas y publicidad de aguardiente Néctar y ron Santa fe añe-
            jo,  a  propósito,  que tal  si  nos tomamos un  granizado de ron o  de néctar verde…?
            Yo creo que si…! Ahh…! Que ricooo…! Salud… ahora sí, continuemos. Tomaba un
            jugo  de  naranja  desenguayabador  especial,  tiene  miel,  vino  y  un  par  de  ostras,  es
            buenisimoooo, se los recomiendo, sobre todo para los animadores de verbenas popu-
            lares como yo, que había tenido orquesta y presentación de reinado, de 8 de la noche a
            5 de la mañana, les cuento, para cuando les toque estas jornadas, disfruten como yo de
            esta dosis. El jugo me lo estaba tomando a las 9 de la mañana, en un establecimiento
            o frutería del pueblo, en el marco del parque principal.


               De pronto, apareció un agente de la policía que me saludo muy amablemente. Al otro
            lado del parque, había una panadería grande en toda la esquina, el policía, después
            de saludarme, se quitó la chapuza donde llevaba el arma de dotación y dejo en una
            esquina el fusil, se fue atravesando el parque, lo vi entrar a la panadería, unos minutos
            después, regreso con una bolsa de pan, una bolsa de leche entera y 6 huevos, volvió
            y me sonrió, se colocó su chapuza, recogió su fusil y se fue rápidamente. Le pregunte
            a la señora de la frutería, porque el policía hacia eso y me contesto: “Vecino, esa es la
            orden que tiene ellos cuando salen de la estación hacia el pueblo para hacer sus
            compras mientras están de servicio”, yo me quede, como decía mi abuelita Emelina
            “de paté”, con un asombro indescriptible y sin comentarios, acabe mi jugo, me despedí
            de la señora y me dije: “Que más veré…? Hasta donde vamos a llegar…?”, y continúe
            con mi trabajo, porque recuerde que yo soy como los ginecólogos, trabajo donde otros
            se divierten, el que lo entendió lo entendió…!















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