Page 264 - Biografia
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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar


                                                  MI NIETA ME DEJO


                                                                 PLOP…!





               Bendito sea Dios, mi hija Sandra Patricia y mi yerno Julián, trajeron a mi vida a mi  nieta,
            María José, fabulosamente espectacular, me ha salido con muchas ocurrencias, desde
            sus escasos 5 años, que por pura casualidad de la vida, los cumple el 28 de diciembre,
            si claro, el día de los inocentes, yo creo que por este motivo y de la combinación de
            genes artísticos de su bisabuelo, mi padre, de su abuelo, o sea yo, de su abuela Liber-
            tad y de su tía abuela América, maría José salió con este comportamiento histriónico.

               Les cuento dos salidas que, como dice el título de este capítulo, me dejaron
            plop…! La clausura de año, donde estudia maría José, fue programada  en el tea-
            tro Colsubsidio,  un domingo  a las 6 de la tarde. Fuimos como invitados  especia-
            les, los padres de la niña, patricia y benjamín, sus primos y sus abuelos paternos.
            Su tío ratón, o sea Jorge Alejandro, también estaba invitado, pero por sus muchas
            ocupaciones laborales, no pudo asistir, en fin, vamos como el dermatólogo, al grano.


               En uno de los números culturales, maría José participaba  en un grupo de bai-
            le, eran más o menos 10 niñas y niños, entre los 4 y 6 años de edad, María José
            bailaba en la segunda fila del grupo, nosotros estábamos sentados en primera fila,
            Benjamín  y Julián,  se dedicaban  a garbar  el vídeo correspondiente  y tomar las fo-
            tos para los álbumes familiares, de pronto, en un giro que hizo la niña, se le cayó el
            vestido, para nosotros, la familia, fue el acabóse, no supimos cómo reaccionar, nos
            miramos angustiados, el baile no paro, el telón no se bajó, la gente ni se dio cuen-
            ta y en cuestión de segundos, María José, con ese profesionalismo y personalidad,
            siguió bailando, se subió el vestido y como si nada hubiera pasado, siguió bailando.


               Estimados lectores, si ese oso fue para nosotros, ya que para la niña nunca paso,
            si no hubiera quedado registrado en vídeo, no me lo creerían, cuando quieran, lo po-
            demos disfrutar saboreando un ricooo chocolate santafereño…! O sino, dejemos así
            ahijadito. Quiero aclararles que la niña tenía  4 años de edad y  que ahora, cuando
            recordamos el episodio, ella no le da importancia, pero para nosotros fue impactante.

               Un martes, a las 11:15 de la mañana, corría el 20 de noviembre del 2018, suena mi
            teléfono celular: “Aló…? Buenos días”, contesto yo y del otro lado, me contestan con
            una media lengua encantadora: “Aló…? Abuelo…?, a su hija le paso algo”, contesto
            yo asombrado: “Con quien hablo…?” y me contesta: “Con quien va a ser, con María
            José”, le digo yo: “Quiubo amor, que paso, cuéntame más despacio todo”, y María
            José, con esa chispa, me repite: “Ponme atención, que su hija está embarazada”, dije
            yo: “Uyyy que noticia tan linda, gracias mi amor”. Si desea más detalles, sirva un gra-
            nizado néctar verde, Ahh…! Que ricooo…!, si no le interesa, dejemos así ahijadito…!



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