Page 363 - Biografia
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Jorge Humberto Barahona González



               El Alka-Seltzer servía para todo, venia en sobrecitos de una pastilla efervescente de
            color azul, en un vaso se echaban dos pastillas y como eran efervescentes, mi madre
            me decía: “Tómeselo cuando las burbujas le piquen en la nariz, porque después, no
            hace efecto”, era la machera para la digestión, me hacía eructar inmediatamente. La
            sal de frutas Lúa, tenía el mismo efecto, pero era en polvo.






               Los  rollos  fotográficos  Kodak,  venían en presentación  para tomar 12, 24 y  32
            fotos, en blanco y negro, con el tiempo, llego a color, debíamos mandar desarrollar e
            imprimir las fotografías, este proceso demoraba 8 días como mínimo, era costoso en
            esa época (1965)






               Su eslogan publicitario o jingle comercial era: “Mejor mejora Mejoral”, no existía la
            aspirina de Bayer, recuerden que estamos hablando de 1957. Mi madre utilizaba el
            Mejoral para todo, especialmente para el dolor de cabeza y para hacer los “emplastos”,
            con los que le quitaba el dolor de los callos a mi padre, como analgésico, el Mejoral,
            era fantástico.





               El jabón Palmolive, su presentación con etiqueta de lujo, era elegante, era el más
            fino y con un aroma delicioso. Se usaba para el baño del cuerpo, mi abuela Emelina y
            su hermana, la tía Paulina, la que olía a rico, la recuerdan…? Lo usaban demasiado






               El jabón Top, su presentación era en caja de cartón de color amarillo y tenía impresa
            por ambas caras de la caja una chica de otro mundo, estilo marciana, su eslogan pu-
            blicitario era: “Top, del otro mundo”, era el mejor para lavar la ropa blanca y de color,
            su cuña radial me fascinaba, cantadito: “Top para la ropa, Top para limpiar”, aquí se
            escuchaba la voz institucional de Otto Greiffestein, que también era la voz del cigarrillo
            Marlboro, “Ven al mundo Marlboro”, ustedes me disculparan, pero la publicidad, para
            mí, fue mi vida. Volviendo a la voz de Otto, y para rematar el comercial, Otto decía con
            voz melodiosa: “Top, es del otro mundo”, valga el comentario, para mí, Otto Greiffestein,
            fue una de las mejores voces, sino, la mejor voz comercial que ha tenido Colombia.





               Las bicicletas Monark eran costosas, y al niño Dios, por mas que se las pedía por
            carta, nunca me la trajo, porque seria…?




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