Page 364 - Biografia
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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
La gelatina y el flan Royal, su presentación era en caja de cartón y su preparación
venia impresa en la caja, mi madre nos preparaba estas delicias a Óscar Isidro, a Yane-
th y a mí a diario, venían en diferentes sabores. El que más me gustaba era el de fresa.
Me gustaba ver y analizar 4 revistas:
Revista cromos, era la revista de las peluquerías o salones de belleza o salas de
espera de médicos y odontólogos
Revista vanidades, mi madre tenía colección, trataba temas especializados para la
mujer
Selecciones, nos gustaba a todos, en la actualidad tengo colección de revistas des-
de 1941
Revista Luz, está la mantenían escondida mis padres, pero yo me daba mañas y las
veía, trataba temas sobre la sexualidad masculina y femenina
Revista antena, su eslogan publicitario era: “Antena… cada semana, mas buena…!”,
trataba todo lo relacionado con la farándula nacional e internacional, tengo colección
Los almacenes J. Glottman, su eslogan decía: “Nuestra firma, respalda su com-
pra”, en radio, había una emisora que decía: “Si lo dice radio Súper, póngale la firma”,
pero en fin, este almacén vendía electrodomésticos con el cómodo sistema de crédito,
pagaba semanal, quincenal o mensual, quedaba en la calle 60 con carrera 13, esquina
Al niño flaco y barrigón, dele Pipelon, su presentación era en frasco y lo de por den-
tro, o sea, un jarabe de color rojo. Sabia a cereza y era un vermífugo bravo, adivinen
a quien le hacían tomar los fines de semana, eso me hacia expulsar las lombrices
vivas, era efectivo y yo le tenía mucho miedo.
La leche Klim, venia en tarro y, hasta hace poco, después de 60 años, me enteré que
esta marca es un juego de letras, como se conoce la leche en ingles milk, imagínese,
viví engañado toda mi vida, no hay derecho. La etiqueta del tarro era amarilla y estaba
impresa la cabeza de una vaca sonriente, toda elegante, con pestañas grandes, a mí
me daban esta leche con aguadepanela o café sello rojo, cuando me la comía direc-
tamente del tarro no me gustaba, porque se me pegaba al paladar, mi madre se daba
cuenta y me castigaba
No olvidemos el pegante Ega, su eslogan: “Ega… pega todo…”, y era cierto, oyó…?
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