Page 111 - LIBRO ERNESTO
P. 111
Capítulo 5
la pelota al lateral. El balón chocó en la malla y volvió al terreno de
juego. Charpantier tomó la pelota, se dio la vuelta y cobró el lateral
impactando el esférico en la malla, de cara a la tribuna.
Cobró al revés. Para afuera de la cancha. La risa fue general. Era
evidente que aún estaba chispo. Los jugadores éramos fiesteros. Era el
espíritu que reinaba en los planteles de la mayoría de los clubes. Sabía
de las escapadas de los jugadores de Aucas, Deportivo Quito y España.
De los de Liga no tenía mucho conocimiento. Seguramente cuidaban
su imagen prolijamente. Al menos en la faz pública.
Las anécdotas de los jugadores amantes de las bailantas y de la noche
son incontables. Aquí y en todas partes. Es famosa la historia del
argentino José Manuel Moreno, ‘El Charro’ Moreno. Cuentan que era
amigo inseparable de las copas y de las farras hasta el amanecer. Sus
grandes borracheras fueron incontables. Estaba totalmente ebrio antes
de ir a la cancha. Casi sobre la hora del partido, lo bañaban, le daban
grandes dosis de café bien cargado y en el terreno de juego la descocía,
jugaba espectacularmente.
No sólo la historia de los deslices del ‘Charro’ es famosa. Pregun-
tarán porque le decían ‘Charro’ si era argentino. Muy simple, jugó
un tiempo en México y en ese lapso se dejó crecer un bigote po-
blado, al estilo de los ‘meros machos’. Fue un crack de novela. Dije
que como Moreno, también existieron otros, como Orestes Omar
Corbatta, que fue un diabólico puntero, que gambeteaba como los
dioses, y terminó sus días pidiendo caridad y viviendo en un cuarti-
to debajo de los graderíos del estadio de Racing de Avellaneda, que
en otros tiempos fue el escenario que celebró sus genialidades por
la banda derecha.
Hay muchos que tocaron fondo. Garrincha, el duende brasileño de las
piernas chuecas, terminó su vida ahogado en los ríos del alcohol. Y el
mismísimo Pelé se salvó de la ruina y de la vergüenza. La transferencia al
Cosmos de Nueva York le alejó de las garras del vicio. Son incontables
las figuras del fútbol que llegaron al ocaso en situación económica
precaria. En Sudamérica y también en Europa.
Memorias de un triunfador 111