Page 145 - LIBRO ERNESTO
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Capítulo 6



               Volviendo  al  tema  Luis  Alberto  Aguerre,  jamás me  olvidaré  del
               abrazo que me dieron sus padres en la despedida. Fue un abrazo
               ‘rompecostillas’, con besos y un marco de afecto de esos que salen del
               alma. Son de esos gestos que marcan a fuego.

               dEpORTivO QUiTO ME dESpidió
               COn CRUELdAd En pLEnO vUELO

               El saldo de la campaña en Deportivo Quito dejó números positivos.
               Fue la primera vez que dirigí a jugadores extranjeros y la verdad, Luis
               Aguerre, Héctor De Los Santos, Manuel Batainni y Oscar Milber
               Barreto fueron unos excelentes alumnos.

               A esa altura de mi vida ya conocía el abecedario del fútbol. Sabía lo
               que quería, lo que me gustaba y lo que era capaz de aportar. Y también
               la respuesta que quería recibir. Una de las condiciones fundamentales
               en mis equipos era el respeto. Me hacía respetar y respetaba. Como
               jugador fui obediente y como DT hacía cumplir a rajatabla todos los
               parámetros de disciplina. Fue una temporada eficaz, con la obtención
               de la corona nacional y una actuación decorosa en la Libertadores, que
               no fue interpretada con justicia por la dirigencia.

























               La guardia armada de Luis Alberto Aguerre, jugando con Guerra en las playas de Manta. El
               golero uruguayo fue como un hijo para Ernesto. Creó un clima sensacional de amistad.

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