Page 152 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza
de Católica me permitía quintuplicar mis ingresos. El anzuelo que me
lanzó el ‘Gordo’ Egas me atrapó.
Católica tenía una buena plantilla. Estaban Frisco Cajape, Pepe Suárez,
Cristóbal Mantilla, Alberto Sotomayor, que era el arquero y el más
veterano, y los paraguayos Carlos Gutiérrez y Primo Caballero. Todos
profundamente identificados con la institución.
Comencé el trabajo con la máxima exigencia. En el primer
entrenamiento, a la mañana ordené cross country desde la zona de El
Batán hasta el balneario de Cunuyacu. A la tarde, gimnasia y natación
en el Hotel Quito y para complementar, práctica de fútbol en la cancha
de la Universidad. La rutina continuó con grandes exigencias y el
plantel respondió sin protestar.
Llegó la fecha del primer partido por el ascenso ante Politécnico,
pero sorpresivamente el rival no se presentó. Lo mismo ocurrió en el
segundo match. Sin jugar ganamos el derecho. Mil dólares pasaron de
agache a engrosar mi cuenta sin haberme despeinado. Inmediatamente
pusimos en marcha el armado del equipo para el campeonato nacional
de 1970. Viajamos con Carlos Egas hasta Asunción y Buenos Aires. En
la capital paraguaya cerramos el trato con Celino Mora, un puntero de
gran categoría que aparte tenía gol. Después en 1972 fue transferido
a Barcelona. Con la blusa amarilla marcó un gol muy importante, el
del empate 1 a 1, ante Sao Paulo en el Morumbí, cuando los clubes
brasileños estaban acostumbrados a llenarnos la canasta en los juegos
de la Copa Libertadores.
En Buenos Aires, recordando el éxito que había tenido con Luis
Alberto Aguerre en Deportivo Quito, me decidí por Ricardo Bernabé
Romera, un arquero que pesaba 220 libras, un verdadero armario, pero
que exhibía notables facultades técnicas y una pegada con pierna zurda
que era sublime. Su estrucutura física era impresionante.
En esos días se presentó un conflicto en las filas de LDU y cinco
jugadores dejaron la entidad alba y se sumaron a Universidad Católica:
Enrique Portilla, Armando ‘Tito’ Larrea, Héctor Morales, Mario y
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