Page 220 - LIBRO ERNESTO
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Ernesto Guerra Galarza






























            Las horas inolvidables en Chicago donde fue homenajeado por la Colonia de ecuatorianos.
            Posa junto al 'Cañoncito' Peñaherrera y Rulo Burbano, que también jugó en D. Quito.

            En Chicago aprendí a tomar el octavo de naranja americano con
            Cristal helado. Sí, con nuestro licor Cristal que es una sabrosura.
            Me di incontables dosis y las disfruté a lo grande. Los compatriotas
            me trataron como a un rey. No solo los quiteños y los hinchas
            de Nacional, también me invitaron los parciales de Emelec. Un
            sentimiento de homenaje nacional, sin mirar camisetas ni fronteras.
            Un orgullo para mi.

            Luego pasé por Nueva York y terminé la gira de ocio en Miami.
            En esa bella ciudad de La Florida me hospedé en la casa de un gran
            amigo y tuve la oportunidad de compartir con Leonardo Palacios,
            un crack inolvidable de nuestro fútbol que hizo su vida en la nación
            norteamericana y que fue mi compañero de combate en las grandes
            batallas ante los afamados equipos internacionales que enfrentamos en
            el Atahualpa.


            Había proyectado el viaje por 8 días, pero terminé quedándome 21.
            Suponía que Nacional ya tenía nuevo técnico por no comparecer
            a tiempo. Afortunadamente no fue así. Me sometí a los exámenes

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