Page 255 - LIBRO ERNESTO
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Capítulo 12



               Villarreal, hizo grande a un club minúsculo y se subió en el ‘Potro
               mayor’, nada más ni nada menos que en el Real Madrid. ¡Qué tal!.


               Fracasó en la entidad merengue, dicen algunos, yo digo que esa butaca
               es venenosa. En el club español nadie tiene ni tendrá la silla comprada.
               El Madrid es un triturador de técnicos. Una guillotina que no deja
               escapar  ninguna  cabeza.  Todos  los  que  pasaron  tuvieron  que  irse,
               vapuleados, descalificados, olvidados y hasta maltratados.

               Sino pregúntenle a Vicente del Bosque, que le ofreció un puñado de
               títulos e igual lo pusieron en la calle. El campeonato que consiguió con
               España en el Mundial de Sudáfrica le devolvió credibilidad, porque
               en el Real Madrid ya le habían extendido años antes la papeleta de
               defunción futbolística. Una verdadera obra de maldad, en nombre del
               exitismo, del canceroso resultadismo que circunda al fútbol.


               Liga agarra la onda y no la suelta más. Rodrigo Paz interpreta con
               la inteligencia que le caracteriza, que entregando la conducción del
               equipo a técnicos de jerarquía podrá posar a su equipo en la cima.
               Por eso, después de la partida de Pellegrini trajo a Jorge Fossati. El
               uruguayo flotó como ‘galleta en el agua’ y siguió afirmando las bases.
               El ‘Vozarrón’ vivió un intenso romance con la hinchada, y la ‘U’ fue
               ganando terreno y respetabilidad a nivel internacional.


               Otra vez se le caería la estantería al ‘Negro’ Paz, porque la Asociación
               Uruguaya de Fútbol requirió los servicios de Fossati para entregarle la
               conducción de la Selección 'Celeste'. En medio del mar de lamentos
               aparece el nombre de Edgardo Bauza, que se convertiría en el ‘Señor
               de los Anillos’.

               Con el rosarino en la banca, la ‘U’ levantó la Copa Libertadores de
               América y otros trofeos, demostrando que el fútbol ecuatoriano
               abandonó la postración. Dio el paso de calidad, subió ese peldaño que
               Barcelona no alcanzó a materializarlo en dos oportunidades.

               Fue una década brillante para Liga. Estuvo a un pelo de conseguir un
               sueño en otro tiempo inalcanzable: el título mundial de clubes. Solo

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