Page 10 - Mikorey, Max - Judaismo y criminalidad
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Pero fundamentalmente son presentados como la fuente principal de ingresos de los
judíos la usura, el latrocinio, el fraude, la fabricación de moneda falsa y el perjurio:
"Porque todo dinero y bienes que tienen los judíos, todo eso es de los cristianos y les
ha sido robado diez veces. No tienen otro bien ni dinero que el que diariamente
obtienen desollando a los cristianos mediante la usura y el engaño". El librito constata
que en su mayoría, desgraciadamente, las autoridades han sido sobornadas, "y esto es
el motivo por el cual ahora los judíos se entremezclan con tanta frecuencia con los
cristianos, saben magistralmente congraciarse con las autoridades sobornandolas,
saben torcerse, adornarse y hacerles reverencias". De esta manera las autoridades
toleran el encubrimiento judío: "Más, de uno roba vestidos, lienzos, fustán, cuero,
estaño, etc. y lo que puede procurarse, se lo lleva luego a los judíos y lo empeña a la
mitad del precio: pero ellos tienen voluntad y están prontos para ello y aunque tengan
que prestarse el dinero en otro lugar para ello, porque para tales prácticas son muy
ágiles, y ayudan magistralmente a disimular tales hurtos: De ahí también se ha
originado este refrán:
'Si el ladrón no conociera a su encubridor, no se haría ladrón, y hurtador: Entre los
judíos está escondido lo que por ladrones es robado."
A sus niños pequeños los judíos les enseñan el juego de cartas con trampas, el engaño
al hacer las cuentas y todas las artes de la bellaquería. El librito no olvida recordar la
vieja acusación de que los médicos judíos envenenan a sus pacientes, que los judíos
están en connivencia con los turcos y formula el cargo de asesinato ritual. En primer
plano, no obstante, se encuentran los reproches y las acusaciones por latrocinio y
usura. Al respecto, el autor cita como prueba que "hace pocos años en el país de
Brunswick, en Cell, se ha visto muy bien cómo numerosos judíos y ladrones formaron
una banda que no sólo robó bienes de la iglesia y muchas otras cosas, de modo que ni
puede decirse , la mayoría de los cuales también allí... recibieron su paga de ladrón".
Con esto hace referencia al primer gran Juicio contra una Banda Judía de Ladrones
que entran con violencia, de Asaltantes, Forzadores de armarios (Schränker) y de
Encubridores, al caso de Nicklas List alias "Señor del Mosela", y de sus compinches
los judíos Jonas Meyer y Hoscheneck y de los no-judíos Christoph Pant, Schwanck,
Kramer y Peermann, así como de los judíos que participaban como cómplices:
Schmul, Löbel y otros. Este juicio, que entonces causó gran conmoción, se encuentra
descrito en la obra del predicador consistorial Sigismund Hosmann de Celle:
Fürtreffliches Denck-Mahl der Göttlichen Regierung. Bewiesen an der uhralten
höchst-berühmten Antiquität des Klosters S. Michaelis in Lüneburg der in dem hohen
Alter daselbst gestandenen Güldenen Tafel und anderer Kostbarkeiten Wieder
gerechte Gott dere Räuber gantz wunderbarlich entdecket.(10). El libro fue editado
varias veces, lo que evidencia cuán fuerte fue la excitación provocada por el asunto.
El hecho fue el siguiente: el 9 de marzo de 1698 se descubrió en la Iglesia del
Convento de San Miguel, en Lüneburg, que la maravillosa y artística Tabla de Altar