Page 35 - Mikorey, Max - Judaismo y criminalidad
P. 35
se incrementaron en medida tal que llamaran la atención sobre estas cosas. De pronto
ocurrieron en Berlín en rápida sucesión, una serie de robos proyectados con gran
refinamiento. El día de Año Nuevo, de 1826, le fue robado en su hotel al comerciante
ruso de caviar, Sokolov, un paquete conteniendo 6.000 táleros en títulos bancarios
rusos, comprobándose que los asaltantes habían trabajado muy hábilmente con llaves
falsas. Luego, se cometieron robos a una cantidad de comerciantes berlineses, entre
los que se destacaban algunos importantes del sector textil, también fueron atracadas
cinco grandes librerías, entre ellas la muy conocida de Nicolai y, como sorpresa de
Navidad, el 23 de diciembre de 1830, en horas de la noche fue forzada la caja de la
Cuestura de la Universidad, robándose 2.300 táleros. No menos de ocho puertas bien
aseguradas y dos cajas de caudales guarnecidas de hierro, fueron forzadas en la
oportunidad. Se trataba al parecer de una banda que utilizaba los instrumentos más
modernos para la época y que evidenciaba gran habilidad. La policía sospechó de los
judíos Nelky de Magdeburg y Lewin de Wolmirstedt, que habían tenido contacto con
ella algunas veces. Luego su atención recayó en el mercader, oriundo de Fürstenberg,
Moses Lewin Löwenthal, quien como "Nepper" en dos oportunidades había sido
indagado por la venta de piedras preciosas falsas y como ladrón de llave falsa. En
vista de que todos los asaltos evidenciaban un profundo conocimiento del terreno, era
de presumir que, por ejemplo en el caso de los libreros, el ladrón tuvo que haber
concurrido varias veces a los negocios. Por lo tanto, la policía se procuró un retrato de
Löwenthal y lo exhibió a los libreros, quienes efectivamente, reconocieron al
nombrado como visitante de sus establecimientos. Ante esto, la policía efectuó un
registro de la vivienda de Löwenthal y encontró allí un típico cuadro familiar. Fanny,
la mujer del aludido, era la hija del ladrón profesional Kunstmann, un judío
procedente de Betsche, distrito de Posen. La que aparecía como sirvienta, Fratjen,
tenía como padre al varias veces condenado atracador profesional de Potsdam Hirsch
Moses Hirschberg, conocido por "Botbär". Pero halló algo más, a saber: un "Taltel"
(ganzúa) en el saco de Löwenthal, antiguas monedas de oro ocultas en una maceta y
leños de una madera idéntica a la de las cuñas empleadas en el atraco a la caja de la
Cuestura Universitaria. Todo el nido fue apresado, incluyendo al hijo de once años del
delincuente, llamado Louis. Cuando se los llevaban, la "sirvienta" Fratjen fue
sorprendida en momentos en que trataba de "Kassiber zukaspern" a la vecina judía, de
que debajo del piso había dinero escondido. Este dinero fue igualmente incautado,
hallándose junto a él un cupón de cédula hipotecaria robado en la librería de Nicolai.
Las pruebas eran tan abrumadoras que el judío Löwenthal ofreció, a cambio del
indulto, una amplia confesión y denunciar aun gran banda de ladrones a la que
pertenecía. La justicia prusiana de entonces admitía todavía la institución del
"Kronzeuge" (testigo principal), vale decir que bajo ciertas circunstancias aseguraba
al criminal total impunidad si denunciaba a los otros implicados. Desde luego, la
confesión del "Kronzeuge" debía ser completa. A raíz del ofrecimiento de Löwenthal,
efectuado el 31 de enero de 1831, se le garantizó una absoluta exención, incluso por