Page 391 - Mahabharata
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5. El consejo 371
hombres que habían escuchado allí el mensaje de Dhritarashtra. Nadie habló durante su
narración y cuando acabó, Bhishma le dijo a Duryodhana:
—Mi querido hijo, estás tratando de hundirte a ti mismo. No te has dado cuenta del
poder de esta combinación: Krishna y Arjuna. Los sabios dicen que son Nara y Narayana.
No persistas en tu loca determinación de luchar contra los pandavas. Son invencibles.
Por un lado tienen el Dharma de su parte y por otro lado tienen a Krishna. Todo el
mundo te hará caso, diles que no quieres la guerra, por favor, hazlo. Para conducirte
en esta guerra dependes de personas que te llevaron al error: el malvado Sakuni, el
pecador e impertinente Dussasana y a Radheya, este hombre de baja casta sobre el que
pesa la maldición de Bhargava, además de otra maldición que debilitará su valor; la
maldición de un brahmín. También ha entregado su kavacha y sus kundalas. ¿Cómo
puedes esperar ganar?
Radheya fue herido terriblemente por estas palabras de Bhishma y dijo:
—Duryodhana, tu abuelo tiende a herirme siempre que puede y no está bien. Nunca
he faltado a los deberes de un kshatrya. Puede que no sea un kshatrya, pero mis acciones
sí lo son, mi nacimiento no es tan importante como la lealtad a mi amigo. Nunca he
injuriado al hijo de Dhritarashtra y siempre he considerado que es mi maestro y mi señor.
Para agradecerle haré cualquier cosa y mataré a los pandavas en combate singular. Sé
que puedo.
Bhishma se mofó de él y ni siquiera se dignó dirigirse a Radheya. Sin mirarle le dijo a
Duryodhana:
—Durante los últimos años este hombre sólo ha estado hablando de cómo va a matar
a los pandavas, pero hasta ahora nunca hemos tenido oportunidad de ver su bravura.
Arjuna es por lo menos dieciséis veces mejor que él y poniendo tu confianza en este
hombre te has atrevido a insultar a los grandes pandavas. Has cometido un grave error.
No deberías tener tanta fe en el valor de este hombre que no es tan bueno como piensas.
Ya viste cómo se comportó durante la lucha con el gandharva en Dwaitavana. Viste
cómo luchó cuando todos atacamos a Virata; Radheya te ha fallado miserablemente. Sin
embargo, no quieres oír ni una palabra en su contra. Lo siento por ti.
Duryodhana no se molestó en responder. Detestaba las palabras de su abuelo, pues él
amaba a Radheya como Krishna a Arjuna. Era una amistad que nadie podía comprender,
pues tenía algo de divino. Duryodhana estaba resentido siempre con su abuelo porque
solía manifestarse de una forma demasiado vehemente en contra de su amigo. Estas
escenas eran frecuentes en su corte, y su amigo no gozaba de buena reputación entre los
ancianos de la corte. Su padre era la única excepción, ya que quería a Radheya. Pero
esto era porque Radheya quería a Duryodhana. Nadie, excepto Duryodhana quería
a Radheya. Así que cada vez que alguien le insultaba, el afecto de Duryodhana por
Radheya crecía.