Page 117 - Pacto de silencio
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LACTANCIA ORGANOFOSFORADA: UNA PRUEBA DEFINITIVA







           El  7  de  abril  de  1987  el  catedrático  de  Medicina  Legal  y  director  del  Instituto  de
           Medicina  Legal  y  Ciencias  Forenses  de  la  universidad  de  Sevilla,  Luis  Frontela
           Carreras,  me  dijo  en  la  antigua  Academia  de  Policía  de  Canillas:  «Aquí  la  única
           prueba que sería indudable y yo diría que la única prácticamente, es el aislamiento del

           tóxico en las vísceras de los fallecidos».
               Dado que esta enfermedad entra en el organismo por vía digestiva —en esto ya
           están  todos  absolutamente  de  acuerdo—,  idéntica  prueba  indudable,  definitiva,  se
           obtendría si se pudiera aislar el tóxico en el único alimento consumido por alguno de

           los afectados. Para el caso, la leche materna ingerida por un lactante. ¿Se dio este
           caso? Vamos a verlo.

                 «Otros casos comprenden la aparición del SAT —Síndrome del Aceite Tóxico:
                 denominación, insisto una vez más, absolutamente tendenciosa cuando aún no

                 se ha esclarecido qué es lo que causó el síndrome— en un lactante criado por
                 una madre con SAT. Aunque al parecer es un fenómeno aislado, este caso es de
                 evidente interés, ya que sugiere la transmisión por la leche materna de la toxina
                 de que se trate».


               Esta  cita  está  recogida  en  la  sección  «Estudios  de  casos»  del  apartado

           «Epidemiología» del capítulo «Debates en subgrupos», del informe de la OMS. El
           síndrome del aceite tóxico: Intoxicación alimentaria masiva en España (Copenhague
           y Madrid. 1984), que refleja lo tratado en la reunión de la OMS en Madrid en marzo
           de 1983.

               En su trabajo La intoxicación epidémica de la primavera y verano de 1981 en
           España, entregado en enero de 1982 a la Comisión de Encuesta Congreso-Senado
           para el Síndrome Tóxico, el cesado director en funciones del Hospital del Rey en
           Madrid, escribe por su parte:


                 «La estabilidad de la molécula del tóxico, su lipofilia y la complejidad de la
                 misma hacen muy difícil la eliminación, que se tiene que realizar en forma muy
                 lenta,  a  base  de  que  procesos  de  oxidación  e  hidroxilación  alteren  la
                 composición primitiva en moléculas más sencillas que el organismo sea capaz
                 de eliminar por los emuntorios naturales. La liposolubilidad hace que se excrete

                 con la leche cuando la intoxicación afecta a madres lactantes, pues la mama en
                 esos  momentos  tiene  una  aumentada  circulación  sanguínea,  el  órgano  está
                 mucho más irrigado y la síntesis láctea exige una gran riqueza de sustancias

                 grasas. Las investigaciones realizadas en leche de mujer enferma demostraron
                 la presencia de lo que denominaron “un insecticida organofosforado”, al que




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