Page 163 - Pacto de silencio
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veces con el Ministro, con Lluch, y siempre he obtenido la misma respuesta, que esto
           no es un problema del Ministerio de Sanidad, ni de ningún otro Ministerio; esto es un
           problema de Guerra, Felipe González, GESID (o sea inteligencia militar), y luego,

           por decir algo que lo englobe todo alrededor, digamos KGB-CIA; éste es el único
           problema, y de ahí no puedes sacarlo. Y dijo: Así que, Muro, difícilmente puedo yo
           ayudarte ni como amigo ni como socialista, porque esto esta por encima de lo que yo
           puedo aportar o de lo que yo puedo saber de lo del síndrome, esto es algo superior a
           nosotros”. Y no es que saliera llorando por la decepción, sino porque veía que se le

           moría un amigo, y el otro le decía: “Parece mentira, parece mentira que con lo que
           me he entregado yo no solamente al partido, sino a las personas, con las veces que he
           llamado a la puerta, ahora, mientras me estoy muriendo, me llega un ramo de flores

           desde la conserjería de Sanidad de Madrid, de María de Mendoza, y otro de Leguina:
           eso es todo lo que el Partido Socialista tiene que escuchar de mí: unas flores rojas a
           punto de morir.” Eso fue lo que me contó Muro».
               Volvamos a establecer el contacto pues con la investigación del antiguo director
           en funciones del Hospital del Rey, cesado precisamente por decir por dónde había

           que  buscar.  Habíamos  dejado  ese  contacto  en  el  capítulo  «La  pista  de  los
           organofosforados». Nos habíamos quedado con ello en el mes de julio de 1981. En el
           capítulo  siguiente  hablamos  de  que  el  ministro  de  Sanidad  conocía  los  trabajos
           íntegros del Dr. Muro desde el 28 de julio ele aquel año. Se estaba muy a tiempo aún

           de  enmendar  los  erróneos  caminos  emprendidos.  Luego,  el  24  de  noviembre,  el
           Dr. Muro expuso someramente sus estudios, durante seis horas y ante notario, en el
           Ministerio de Sanidad. Después, durante diciembre de 1981 y enero de 1982, aportó
           suficiente documentación a varias sesiones de la Comisión de Encuesta Congreso-

           Senado para el Síndrome Tóxico. Uno de estos trabajos es el que voy a reproducir a
           continuación en su integridad, puesto que es un buen resumen redactado por el propio
           Dr. Muro, de su investigación. Aunque se repite en él el repaso a la sintomatología de

           la enfermedad, que ya apunté en forma esquemática en el capítulo «Los síntomas»,
           doy por adecuado el repetirla aquí puesto que quedará así mucho más clara con los
           oportunos comentarios que hace el Dr. Muro, con alguna que otra indicación precisa
           que apunta claramente a la intoxicación por organofosforados. Precisamente porque
           los síntomas que presentaban los enfermos eran un punto de partida que le permitió

           llegar hasta el producto que los causó. Veamos pues su trabajo.






                 LA  INTOXICACIÓN  EPIDÉMICA  DE  LA  PRIMAVERA  Y  VERANO  DE  1981  EN
                 ESPAÑA SEGÚN ANTONIO MURO Y FERNÁNDEZ CAVADA. MADRID, ENERO 1982.




                 LA ENFERMEDAD.
                 DEFINICIÓN: Es una enfermedad sistémica, de origen digestivo, predominantemente
                 familiar y de aparición en forma epidémica, en el mes de abril de 1981.


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