Page 168 - Pacto de silencio
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CRECIMIENTO: Los enfermos sufren un fuerte estirón, demostrable hasta en edades
en que había terminado hace muchos años el crecimiento. Se ha podido demostrar
en personas de más de 40 años. Entre los 20 y los 30 años el crecimiento habitual
oscila desde 2 a 8 centímetros. Entre los 15 y los 20 años de edad el crecimiento
alcanza desde 4 a 18 centímetros. En edades inferiores suele encontrarse entre los 4
y 0 centímetros, aunque en ocasiones se alcanzan esas cifras en los dos primeros
meses del proceso. Tras el alta en el hospital es frecuente el tener que alargar los
bajos de los pantalones a veces muchos centímetros y es preciso cambiar de zapatos
por haber aumentado uno o dos números el tamaño del pie.
Con la enfermedad completamente establecida empieza una fase de ocaso en la que
desciende la leucocitosis y la, eosinofilia. Han desaparecido ya los trastornos debidos
al edema pulmonar. Aparece un bloqueo de rama debido a miocarditis tóxico.
Hipertensión pulmonar. Aparece en la piel una melanodermia con hiperqueratosis,
una esclerodermia con relieve, manchas de color marrón como las que se
encuentran en las partes descubiertas cara o manos en la vejez pero en edades hasta
menores de 20 años, la piel que al comienzo de la enfermedad se podía definir como
cutis fino, se ha convertido en cutis basto. En ocasiones esta pigmentación y
alteración dérmica se localiza en esclavina, antebrazos, brazos y manos. Se inicia
una salida de cabello al principio en forma de pelusa, que poco a poco se robustece
pero con pérdida del rizado si anteriormente lo hubo.
Se recupera algo el peso y desde luego siempre se detiene la calda ponderal. En
ciertas zonas continua la alopecia total. Se reinicia la apetencia sexual y se hace
posible la erección del pene. Se puede abrir la boca completamente y la lengua ha
aumentado la amplitud de sus movimientos. Todavía es manifiesta una pérdida de
visión y las manos suelen recordar las manos de lavandera como con sabañones
pues los dedos semejan estar afectos de perniosis. Las uñas presentan más de la
mitad más próxima a la raíz con características normales y el tercio más cercano al
borde Ubre todavía manifiesta la coloración típica en las de las manos y la concha de
caracol en las de los pies. Es frecuente que la anorexia persista.
En el dorso de la mano y cara anterior de antebrazos es frecuente encontrar en
mujeres Jóvenes de cutis finos unos trayectos venosos muy dibujados, delgados y de
un color verde intenso. Pueden encontrarse tromboflebitis en piernas. Claudicación
intermitente o imposibilidad de echarla pierna para arriba al subir escaleras.
El problema más difícil que plantea esta intoxicación es la comprensión total de la
enfermedad que siempre se ha soslayado por la dificultad que entrañaba el intento. A
continuación exponemos el fruto de nuestros trabajos sobre:
ETIOPATOGENIA Y FISIOPATOLOGÍA: Ingresado el producto tóxico en el organismo,
se difunde rápidamente hasta alcanzar por el conducto torácico la circulación
general desde donde se distribuye, así como por la circulación portal y mesentérica,
a aquellos órganos más vascularizados como son el pulmón, hígado, riñón y cerebro
donde el manto capilar es más tupido y extenso y en donde la lentificación de la
corriente circulatoria facilita la lesión endotelial con infiltrado inflamatorio al que
acuden linfocitos y en cuyo lugar se organizan acúmulos reactivos a las que acudirán
otras células y eosinófilos. La lesión capilar es más intensa en pulmón donde además
los fosfolípidos de la «pulmonar y surfactante» son alterados por el compuesto
organofosforado, con producción de edema: salida de líquido y sodio al espacio
alveolar e interpleural de manera que se acumula gran cantidad de agua isotónica en
lugares extemporáneos como son los espacios interpleurales, pericardio y cerebro
con su expresión clínica y anatomopatológica de edema pulmonar (con corazón
pequeño como definimos el cuadro pulmonar el día 9 de mayo de 1981), edema
cerebral, en ocasiones, hasta con enclavamiento de la amígdala y edema pericárdico
evidente en radiografía AP de tórax por la desaparición de los ángulos cardiofrénicos
con menisco invertido que indica la presencia de liquido dentro de la cavidad que
rodea al corazón.
Este proceso pulmonar, más adelante, dará lugar por la dificultad de la circulación, a
una hipertensión arterial pulmonar por aumento de la resistencia periférica. Con el
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