Page 169 - Pacto de silencio
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tiempo se puede producir una fibrosis pulmonar reactiva, entonces ya irreversible.
Conforme avanza el tiempo, la sustancia activa empieza a degradarse lentamente;
desde sus depósitos pone en circulación los productos de su metabolismo que según
el ion activo sufrirá diferentes avatares con expresiones clínicas específicas.
Compuestos azoados: Actuarán sobre la fisiología del sueño de manera que el
insomnio presente constantemente, podría deberse al siguiente mecanismo causal:
Podría pensarse en una actuación directa sobre los centros pedunculares del sueño
y/o del despertar de manera que se explicaría mediante una activación o estimulo
constante sobre el centro del despertar que obligue a mantener el sujeto en estado de
vigilia. Otro mecanismo podría venir dado por una alteración del centro del sueño
que le incapacita para cumplir su misión, lo que supondría la incapacidad absoluta
de conciliar el sueño reparador del gasto de la jornada. Ambos mecanismos no
parecen ser lo suficientemente posibles ni probables máxime si se tiene en cuenta
que el insomnio es reversible lo que hace suponer una afectación no central sino
periférica.
El organismo es una economía centralista con muy escasas transferencias
concedidas a la periferia, solamente algunas a la médula, corazón, suprarenales,
parasimpático y pocas más. Las alteraciones periféricas pueden ser obviadas o
reparadas mediante órdenes centrales: Circulación colateral, regeneración,
«restitutio ad integrum» y ateos mecanismos, pero cuando la lesión es central su
reparación es irreversible. Todo ello nos lleva a que la reversibilidad del insomnio
parece indicar que el origen no está en loe centros pedunculares.
Queda otro mecanismo posible. Desde 1938-40, sabemos que BLASKHO describió las
aminas despertadoras a las que se debe el estado de vigilia, que a lo largo de la
jornada forman las aminoxidasas específicas que inactivan a las aminas
correspondientes para dar lugar a la entrada en estado de sueño, con diferentes
clases o fases, de la que el reparador o restaurador sería el sueño rápido de la quinta
fase como se puede comprobar mediante los registros poligráficos del sueño
espontáneo nocturno, alterado en estos enfermos. Entonces podría suceder que las
sustancias azoadas liberadas no fueran capaces de hacer formar la oxidas a
específica correspondiente, con lo que al no poder ser inactivadas con un ritmo
adecuado, mantendría el estado de vigilia de forma permanente; pero también puede
suceder que las sustancias generadas sean capaces de anular la actividad de las
aminoxidasas que el organismo formarla por ritmos de su "pathways".
Suponemos que la hipótesis más probable es la que dice que estos compuestos no son
capaces de conseguir que el organismo sintetice las oxidasas especificas
correspondientes por lo que mientras circulan esos productos, el sueño será
imposible, por permanecer las aminas despertadoras circulantes y habrá que esperar
a que con el tiempo se eliminen del organismo para que vuelva a recomponerse la
situación fisiológica precedente y se alteren los ritmos de vigilia y sueño.
Este interesante y patognomónico apartado exige una investigación profunda pues
podría llegar a resolver graves problemas que tiene planteados la medicina como la
posibilidad de conseguir el despertar del coma.
La vasculitis generalizada con lesión endotelial inflamatoria se manifiesta en la
clínica por medio de las lesiones a que da lugar la falta de irrigación, el trombo o el
edema, que puede ser en el pulmón, cerebro o cavidad pericárdica, pero que en otros
sitios puede impedir la nutrición de zonas específicas, así sucede con la alteración de
las arterias nutricias de nervios, músculos y huesos con aparición de lesiones
axonales mononeurales centrípetas que en gran medida serán reversibles por
regeneración centrifuga por una parte y por restitución de la circulación en el
mismo vaso o mediante colaterales por otra. En el cerebro, la vasculitis da lugar a
sufrimiento generalizado, más intenso en zonas centrales.
A partir de la fase de comienzo de la enfermedad, el organismo pretende poner en
marcha mecanismos que eliminen el tóxico y que atenúen sus efectos para mantener
el principio de la homeostasis. Se encuentra con una necesidad, la de oxidar y/o
reducir compuestos químicos para conseguir su degradación y además eliminar los
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