Page 112 - El judío internacional
P. 112

entusiasmo. Nada se oculto en aquella primera época del nuevo régimen, salvo la participación que
                  tomara el judaísmo. Celebráronse asambleas publicas y se redactaron crónicas especiales, en cuya
                  publicación se revelaron numerosos y verídicos detalles de suma importancia. Ni siquiera se intento
                  ocultar nombres y apellidos.

                  Llegó después una época en que el horror ante los sucesos de Rusia se adueño de la humanidad, y
                  durante un tiempo reino el silencio en Judea. Fueron oídas una o dos voces, que desmintieron
                  histéricamente. Nueva oleada de apoteosis, que luego, mirando el reverso hacia el lado hebreo,
                  prosigue aun, pero que en el anverso, hacia el lado no judío, revela doliente queja y habla de
                  "persecuciones". Ya estaba preparado el mundo para ver un día un tanto tergiversada la verdad
                  sobre el bolcheviquismo ruso y convertida en "persecuciones de los judíos".

                  En la revista El Hebreo Norteamericano, de fecha 10 de septiembre de 1920, apareció un artículo,
                  que no solo reconoce la participación de los israelitas en los actuales desórdenes y en el
                  movimiento revolucionario mundial, sino que hasta lo justifica - por raro que parezca - con el
                  Sermón de la Montaña. Dice su autor en el referido articulo que el "hebreo desarrollo el capitalismo
                  organizado gracias a su instrumento más eficaz instrumento, o sea el sistema bancario, la
                  revolución mundial?

                  "Este acontecimiento (la revolución rusa) predestinado para pasar a la Historia como un producto
                  preponderante de la guerra mundial, fue en sumo grado obra de reflexión hebrea, de descontento
                  hebreo y de voluntad hebrea para una nueva Reconstrucción".

                  "El rápido desarrollo de la revolución rusa, pasando de su época destructiva a la constructiva, es
                  visible expresión del carácter creador del genio judío resentido". Debe aun demostrarse que la
                  época constructiva del bolcheviquismo se haya siquiera iniciado. No tiene la afirmación del artículo
                  sino carácter de propaganda. Los Protocolos sionistas, en cambio, si que contienen un plan
                  constructivo.

                  Lea el lector con detenimiento las siguientes líneas: "Lo que el idealismo hebreo y el resentimiento
                  hebreo han conseguido en Rusia, "lo pretenden también realizar en los demás países". ¿Que es lo
                  que el "idealismo hebreo" realizó en Rusia, y con que "poderosos" medios? ¿Por que van siempre
                  juntos el "idealismo hebreo" con el "genio hebreo de resentimiento"? Estudiando los Protocolos de
                  los Sabios de Sión se va comprendiendo claramente. Idealismo hebreo no significa sino destrucción
                  de los Estados no-judíos para la institución de una forma judía política y social única. ¿No fue esto
                  lo que sucedió en Rusia? Proclamas judías, el hebreo antiguo en los colegios, el sábado en lugar del
                  domingo, y los rabinos sin ser molestados, en tanto que los sacerdotes cristianos debieron barrer
                  las calles. Y hechos en extremo "poderosos", o sea: asesinatos, robos, desolación y muerte por
                  hambre... El autor del artículo del Hebreo Norteamericano habló acaso algo más de lo que quisiera,
                  llamando a esta intima compenetración de idealismo y resentimiento "cualidades históricas del
                  genio hebreo". Según el autor, estas cualidades hereditarias de la raza hebrea, que promovieron en
                  Rusia el terror rojo, y que siguen hoy manifestándose, pretenden reservar igual suerte para los
                  demás países. Consiste la diferencia en que, cuando un no-judío dice tal cosa, se le cubre de
                  improperios. Pero ahora es un autor judío en una importante revista judía. Y añade a guisa de
                  disculpa: "Fue natural que el resentimiento se expresara en un exceso de tendencias y en cierta
                  demasía de finalidades". ¿Que resentimiento? Naturalmente, el hebreo. Y ¿por qué están
                  descontentos? Por toda forma de Estado que no sea la judía. Y ¿en qué consistieron el exceso de
                  tendencias y la demasía de finalidades? En implantar también en los demás países y hasta en los
                  Estados Unidos el bolcheviquismo judío. "¿Cierta demasía?" ¡No! Fueron unos pocos, pero muy
                  caracterizados objetivos, solo que eligieron los judíos para su realización un terreno equivocado.

                  Pueden observarse ahora bolcheviques rusos en las calles de Nueva York ofreciendo al transeúnte
                  cigarreras de oro robadas a las familias rusas, joyas familiares, y anillos de compromiso y de







                                                                                                             112
   107   108   109   110   111   112   113   114   115   116   117