Page 113 - El judío internacional
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bautizo. El bolcheviquismo no se apartó en momento alguno del ideal de todo ladrón o salteador.
Pero transcurrirá mucho tiempo antes de que Norteamérica admita órdenes en parla judía o de que
las mujeres americanas tengan que "entregar" sus alhajas al "pueblo predilecto".
Pese a las innegables conexiones entre el hebreo americano por el otro, aun tienen hoy los autores
judíos la osadía de afirmar que solo un demente puede admitir tal relación intima de las intenciones
judías que revelan los Protocolos, No es así; lo que ocurre únicamente los ciegos no pueden ver o
que están ciegos los que no lo vean.
"Del caótico estado de la economía desarrolló el genio hebreo el resentimiento del capitalismo
organizado, g acias a su más eficaz instrumento el sistema bancario. . .
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¿Se pretende que Norteamérica, tal como la Rusia zarista, califique a los hebreos con el reproche,
tan amargo como infundado, de que son únicamente destructores, obligándoles así a ocupar una
posición irreductible? ¿O es que Norteamérica aprovechara de las energías creadoras hebreas ,
como lo hizo con las potencialidades de todas las otras razas?... Sobre estas preguntas el pueblo
norteamericano mismo habrá de dar la respuesta".
(De un articulo publicado en la revista El Hebreo Nor teamericano, el 10 de septiembre de 1920).
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UN TESTIMONIO HEBREO EN FAVOR DEL BOLCHEVIQUISMO
Dará el pueblo norteamericano, en efecto, esta respuesta, y jamás se pronunciara en favor del
genio destructor del insaciable judaísmo. Demasiado se sabe que lo que el "idealismo hebreo y el
resentimiento hebreo" hicieron en Rusia, estaba proyectado también para realizarse en los Estados
Unidos. ¿Por que el articulista del Hebreo Norteamericano, en vez de decir "en otros países", no
dijo clara e inequívocamente "en los Estados Unidos"?
"Idealismo y resentimiento hebreos" no van dirigidos contra el capitalismo, sino que, por el
contrario, este se puso al servicio de aquellos. La única forma de Estado, contra la cual se dirigen,
la representa todo orden nacional no-judío, y el único capital atacado es el de los no-judíos.
Eustace Percy, que, dada la frecuencia con que la prensa judía viene reproduciendo sus palabras,
goza del consentimiento de la inteligencia hebrea, nos da una rotunda respuesta al primer
concepto, hablando de la inclinación judía por los movimientos sediciosos: "En Europa oriental
parece que el sionismo y el bolcheviquismo se desarrollan conjuntamente, tal como la influencia
hebrea domino las ideas republicanas y socialistas durante todo el siglo XIX, hasta lo de la
revolución de los Jóvenes turcos en Constantinopla... y no porque le preocupe al judío el lado
positivo de las teorías radicales, ni tampoco porque intente participar en el nacionalismo o la
democracia no judías, sino porque cualquier otra forma de Estado que no sea la judía, no puede
inspirarle sino odio".
Esta declaración es perfectamente clara. Fue el zar, en Rusia, quien tuvo que servir de pretexto, en
Alemania el emperador y en Inglaterra la cuestión irlandesa. Para las incontables revoluciones
sudamericanas, dirigidas todas ellas por judíos internacionales, ni siquiera fue necesario buscar un
pretexto especial... En Norteamérica sirve de espantapájaros la "clase capitalista", pero siempre y
por doquier, según propia confesión de los heraldos hebreos contra todo orden y forma de Estado
no judíos. El israelita cree que el mundo entero le pertenece por derecho, y no hace sino "recoger
sus propiedades". Para conseguirlo, el camino mas corto es la revuelta de todo orden existente,
destrucción que seria imposible sin una campaña prolongada y astutamente preparada mediante
ideas disolventes y sediciosas.
En lo referente al segundo concepto, cada lector comprobara los hechos por su personal
experiencia. Recordemos los nombres y apellidos de aquellos capitalistas que en la prensa bajo la
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