Page 115 - El judío internacional
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letrado, probablemente el señor Kestroff, recibió municiones, cuyo transporte organizo junto con el
                  dinero para el camarada Trotzky, de acuerdo con sus deseos...

                  Saludos fraternales, Fürstenber".

                  Años antes un financista norteamericano judíos facilitó las sumas con cuya ayuda se hizo una
                  propaganda revolucionaria entre millares de prisioneros rusos retenidos en los campamentos
                  japoneses.

                  Explicando el movimiento bolchevique, se dice que fue apoyado financieramente por Alemania,
                  tesis sobre la cual se fundó la propaganda bélica en Estados Unidos. Cierto es que parte del dinero
                  provino de Alemania, pero, otra parte fue norteamericano. La pura verdad es que la alta finanza
                  hebrea de todos los países está interesada en el bolcheviquismo ruso, como una empresa
                  internacional judía. Se ocultó durante la guerra el plan mundial judío tras uno u otro nombre
                  nacional, echando los aliados la culpa a Alemania, y Alemania a los aliados, mientras todos los
                  pueblos quedaban a obscuras sobre quienes eran los verdaderos culpables.

                  Un funcionario del Estado francés dejó constancia de que un solo banquero hebreo participo con
                  dos millones. Cuando abandonó Trotzky los Estados Unidos para cumplir con el encargo recibido,
                  fue liberado de la prisión de Halifax por el gobierno Norteamericano, y de sobra sabemos quien
                  representó al gobierno de Estados Unidos durante la guerra.

                  Gracias a todos estos hechos, se arriba a la conclusión de que la revolución bolchevique fue una
                  empresa larga y cuidadosamente preparada por la alta finanza internacional judía.

                  Se comprende así fácilmente por que esta potencialidad quiere introducir el bolcheviquismo
                  también en Norteamérica. No se trata en esta lucha realmente de una preponderancia entre el
                  capital y el trabajo, sino entre el capital judío y el no-judío. En esta lucha, los jefes socialistas,
                  comunistas y de los obreros en general, se colocan casi sin excepción al lado del capital hebreo.
                  ¿Que capitalistas son los mas atacados por los jefes socialistas? Jamás entre estos se hallan
                  apellidos judíos.

                  He aquí también testimonios genuinamente judíos en pro del bolcheviquismo.

                  La revista "Crónica Judía" de Londres, decía en 1919 lo siguiente: "De gran importancia es ya de
                  por si la existencia del bolcheviquismo, el hecho, de que tantos judíos sean bolcheviques y el hecho
                  de que los ideales del bolcheviquismo coincidan en numerosos puntos con los mas altos ideales del
                  judaísmo". Publica la misma revista en 1920 un discurso del conocido autor hebreo Israel Zangwill,
                  en el cual entona un himno a la raza, que "produjo Beaconsfield (a) Kosmanowsky, Trotzky (a)
                  Braunstein". Zangwill, en su exagerado entusiasmo, cita a los hebreos que fueron y son,
                  respectivamente, miembros de gobiernos británicos, en intima relación con los judíos
                  revolucionarios de las tragedias sangrientas de Rusia y Baviera. ¿Que diferencia hay entre ellos?
                  Ninguna; todo son israelitas para la mayor gloria de los de su raza".

                  Dijo el rabino J. L. Magnes en un discurso que pronunció en Nueva York en 1919: "Cuando el
                  hebreo dedica su ingenio y sus energías a la causa de los obreros y de los desposeídos, su espíritu
                  radical penetra hasta las raíces mismas del asunto. Se convierte en Alemania en un Marx o en un
                  Lasalle, en un Haase o en un Bernstein. Surge en Austria un Víctor o un Federico Adler. En Rusia,
                  Trotzky. Imaginémonos por un instante la situación en Rusia y Alemania. Libró la revolución
                  grandes energías productivas, y recordemos la multitud de hebreos que estaban dispuestos a
                  utilizarlas. Social-revolucionarios y mencheviques, socialistas mayoritarios o minoritarios, llámense
                  como se llamen: hebreos con sus cabezas mas destacadas y de las fuerzas propulsoras de estos
                  partidos revolucionarios".







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