Page 30 - Sobre Anne Frank
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Frank, buscando ciertas palabras que, a veces, estaban muy lejos unas de
otras, "cortándolas y pegándolas" con tijeras y pegamento, y contándolas con
mis dedos. Como resultado, se produjeron errores de detalle de mi parte que
a veces he logrado corregir. Soy consciente de la imperfección del resultado
final tal como está hoy. Espero que, en el futuro, los investigadores expertos
en computadoras tomen mi análisis y lo revisen en esos puntos.
Las cuatro ediciones del diario del Instituto de los Países Bajos (RIOD), una
en holandés, alemán, francés e inglés, abren un excelente campo de
investigación para esas personas. Trabajando a partir de las versiones
anteriores en holandés, alemán (¡dos versiones alemanas!) Y francés, pude
demostrar la existencia, por así decirlo, de diferentes Anne Franks,
irreconciliable entre sí, así como la existencia de cuentas contradictorias. Hoy,
con las versiones más recientes del Instituto de los Países Bajos y Mirjam
Pressler, las personas expertas en el uso de las computadoras deberían poder
desmontar, poco a poco, y mejor que yo, esta falsificación literaria.
Lo mismo puede decirse del "diario" de Ana Frank como de cualquier
impostura: cuanto más alguien se esfuerza por defenderlo, más proporciona,
a pesar de sí mismo, argumentos que lo desacreditan. En otras palabras, al
proteger una mentira, uno queda atrapado en las propias mentiras. Por poner
solo un ejemplo querido por los revisionistas, el carácter falaz del llamado
testimonio de Kurt Gerstein se expone tan bien al analizar una sola versión
del mismo como al compararlo con otras versiones contradictorias.
Pero seamos prácticos: para comenzar al comienzo de este nuevo trabajo de
análisis del "diario" de Ana Frank, sugiero que un equipo de investigadores
con buenas habilidades informáticas, todos con un buen conocimiento de
holandés y alemán, emprenda un estudio comparativo de los siguientes:
1. En holandés, primero la versión de 1947 (publicada por Otto Frank bajo
el título Het Achterhuis ), luego las versiones del Instituto Holandés de
1986 (RIOD) y, finalmente, la edición de 1991 de Mirjam Pressler.
2. Las versiones alemanas correspondientes, entendiéndose que, como
descubrí en 1978, apareció, después de la versión publicada en 1950 por
Lambert Schneider, una ligeramente diferente en 1955, publicada por
Fischer Verlag.
En una etapa posterior, aún será permisible llevar a cabo un análisis de las
diferentes versiones en francés e inglés y luego, para resolver el asunto