Page 35 - La Cocina del Diablo
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"Pero ya se ha hablado suficiente de cereales. Llegó hasta crímenes que se perpetran contra el pan
         mismo. Hemos inculcado en la gente la falaz idea de que una harina, cuanto más blanca, mejor. ¡Miren en
         nuestra pantalla!”.
                Azo actuó como presentador:
         -      He aquí una entrevista que el profesor Heinrich Wagenberg, Premio Nóbel, concedió, el 23 de mayo
         de 1958, a 2 reporteros de la revista ilustrada titulada "Globus". El señor de cabellos blancos es el profesor. A
         su izquierda está el Dr. Weiss, y en el otro costado, el Sr. Blaskorn. El Sr. Weiss hojea un libro. ¡Escuchen!
         -      Señor profesor, dijo el Dr. Weiss, tengo ante mis ojos un libro titulado "Introducción a la química de
         los productos alimenticios". ¿Puedo leerle algunas líneas?
         -      Se lo ruego.
         -      Se mezcla a la harina de cereales, sobre todo de trigo y cebada, productos oxidantes, pretendiéndose
         blanquearla  y facilitar su panificación. Estos productos oxidantes son, entre otros, el  cloruro de benzoilo,
         llamado también cloruro benzoico, el peróxido de benzoilo, los bromatos, los yodatos, los perboratos, los
         persulfatos, los óxidos y cloruros de nitrógeno.
                "Para  facilitar  el  comercio  internacional,  se  tolera,  sin  decir  una  palabra,  estas  prácticas  diversas.
         ¿Estos hechos, le son conocidos, señor profesor así como los diversos procedimientos en cuestión?”.
         -      ¡Por supuesto!
         -      ¿Considera Ud. que son razonables y necesarios?
         -      Todo el mundo está de acuerdo en decir que el blanqueado de las harinas es una falsificación.
         -      ¿Es una concesión que se hace a los consumidores, porque ellos prefieren una harina blanca como la
         nieve?
         -      ¡Absolutamente  no!  Hay  por  lo  bajo,  intereses  puramente  comerciales.  Se  engaña  al  comprador,
         porque éste cree que la harina muy blanca resulta de un cernido más fino. Además, se pone en el mercado, a
         menor precio, una mercadería que tiene exactamente el mismo aspecto que si fuera de primera calidad.
         -      Es un fraude entonces. . . .
         -      Si Ud. lo desea, sí.
                El Sr. Blaskorn agregó:
         -      El cliente cree comprar una harina de primera calidad, conteniendo solamente las partes internas muy
         blancas del grano, excluyendo las zonas periféricas que son naturalmente más coloreadas.
         -      Perfectamente. En realidad, se incluye en la harina una cantidad importante de salvado. Y como la
         harina, entonces no es del todo blanca, se blanquea químicamente.
         -      Me parece que en ese caso el comprador no está en desventaja, puesto que todos nosotros sabemos
         que las zonas periféricas del grano encierran los elementos más preciosos, dijo el Sr. Blaskorn.
         -      Exacto,  respondió  el  profesor  Wagenberg,  pero  estos  preciosos  elementos  son  destruidos  por  los
         aditivos químicos.
         -      ¿Ve Ud. en el tratamiento químico de la harina un peligro para los consumidores? preguntó el doctor
         Weiss.
         -      Sin duda alguna.
         -      ¿Es Ud. el único que piensa así o hay otros sabios que comparten su opinión?
         -      No hay ni un solo sabio que no lo comparta. Todos los famosos bioquímicos la confirman.
                El Sr. Blaskorn preguntó:
         -      ¿En qué medida estos complementos químicos son perjudiciales para la salud?
         -      Está absolutamente probado que los perros, alimentados con harina tratada con uno de los productos
         químicos enumerados arriba, o por el tricloruro de nitrógeno, presentaron epilepsia y la mayoría murieron.
         Está  probado  también  que  el  eczema  de  los  panaderos,  una  enfermedad  profesional  muy  extendida,  es
         producida por los elementos químicos de la harina. El bocio, también, puede ser provocado por ellos.
         -      ¿No  existen  otros  procedimientos  que  sean  inofensivos,  para  dar  a  la  harina  esa  blancura  que  la
         clientela aprecia? quiso saber el Dr. Weiss.




         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                34
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