Page 73 - La Cocina del Diablo
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-      El terreno de las viñas está desnaturalizado, no solamente por los abonos artificiales, pero aún más
         por toda una serie de productos antiparásitos: venenos violentos. A la cabeza está el sulfuro de carbono, la
         nicotina, el arseniato de plomo, sustancias arsenicales, cancerígenas, y sales de cobre.
                "Una de estas mezclas, que se utilizan corrientemente, le valió a un trabajador de la viña un cáncer a
         la piel, que necesitó de la amputación de un brazo. El E. 605, rociado sobre las uvas, pasa al jugo a través de
         la membrana permeable del grano, y de ahí al vino. En un crudo del Mosel, se ha encontrado en el análisis de
         3  a  9  mg.  de  cobre  por  litro.  Sobre  treinta  y  ocho  vinos  estudiados,  veinticuatro  presentaban  0,5  mg.  de
         arsénico por litro".
         -      Existe un proceso para eliminar toda traza de arsénico del vino, declaró Alfred.
         -      En efecto, confirmó Tox. Este proceso consiste en la adición de óxido de fierro y anhídrido carbónico.
         ¡Hábleme, después de todo esto, del ‘noble vino’!.........
                "El largo tiempo de la fermentación, las falsificaciones diversas, el agregado de sustancias inertes,
         todo  aquello  termina  por  eliminar  completamente  las  fuerzas  beneficiosas  de  este  líquido  natural.  Los
         azúcares vegetales de la uva se pierden a razón de once doceavos. Se forma al alcohol, una serie de ácidos,
         glicerina y aceite empireumático".
                "El vino no siendo ya suficientemente dulce, se le pone azúcar refinada y se neutraliza sus ácidos
         gracias a resinas sintéticas, éstas pueden transformar el vino a tal punto que éste se parece a todo, menos a
         vino".
                "Se  le  transvasa  dulcemente,  se  le  filtra;  se  lo  embellece  por  medio  de  ácido  sulfúrico,  gelatina,
         albúmina, caseína, negro animal y kie selguhr (sílice fósil). Piedra de yeso (gypse) y fosfato tornan su color
         más cálido".
                "En  los  países  mediterráneos,  para  aumentar  su  contenido  en  ácido  tártico  libre  y  para  obtener  un
         color rojo oscuro, se vierte en cada hectolitro de 150 a 300 gramos de piedra de yeso o la misma cantidad de
         fosfato de calcio".
                "Al  final,  el  vino  es  algunas  veces  pasteurizado  por  un  calentamiento  a  70  grados  y  vuelto  más
         untuoso por la glicerina. La costumbre de sulfurar el barril hace el resto. En lugar de un jugo puro y benéfico,
         se obtiene un cocimiento sin valor".
                "Y mis agentes lo han cantado en miles de canciones para beber, como si fuese el más maravilloso
         brebaje del mundo".
         -      ¡Usted  sabe  admirablemente  ingeniárselas  para  quitar  al  hombre  sus  alegrías  más  inocentes!  gritó
         Alfred.
         -      Yo no les he quitado nada, respondió Tox. ¡Al contrario, nada me importa más que conducir al vino a
         una multitud siempre más grande de aficionados! Pero usted es un futuro colaborador del Diablo: tengo que
         revelarle lo que hay debajo de este goce y lo que se esconde, en realidad debajo de él.
                "Un litro de vino de mesa ordinario contiene 30 mg. de ácido sulfúrico libre, 120 mg. de este ácido en
         total. Se ha demostrado que hay relación estrecha entre la ingestión de este ácido y la frecuencia del cáncer.
         Se ha visto un caso donde la cantidad de azufre tolerada por la ley en el vino había sido multiplicada por
         veinte".
                "Para  conservar  esta  bebida,  se  emplea  el  ácido  benzoico  y  sus  derivados.  Cuando  los  vinos  son
         defectuosos porque contienen demasiado fierro, se les ‘azula’ (tiñe de azul) con ferro cianuro de potasio".
                "Además:  cuando  los  tapones  no  son  bien  impermeables,  existe  el  riesgo  de  ser  intoxicado  por  el
         plomo de las cápsulas".
                "El consumo de vino está en aumento perpetuo. ¡Esto nos permite tener las más bellas esperanzas!
         Francia  es  el  consumidor  más  grande  de  vino  en  el  mundo.  Durante  el  año  1936,  Austria  había  bebido
         900,000 hectolitros; en 1959, ya eran 600,000 hectolitros. En este país el consumo es de 20 litros por cabeza
         y por año; lo que en Alemania del Oeste es de sólo 13 litros".
         -      ¡He ahí lo que denota cierta negligencia de su parte! hizo notar el Patrón.
         -      ¡Pero  en  cambio,  la  situación  mejora  en  Francia,  en  Italia,  en  Suiza,  Patrón!.....¡En  París  hay  una
         licorería por cada 67 habitantes, pero una sola piscina por cada 75,000!
                Tox abrió otro expediente:

         La Cocina del Diablo – Gunther Schwab                                                                72
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