Page 262 - Libro Orgullo y Prejuicio
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CAPÍTULO LIX
Elizabeth, querida, ¿por dónde has estado paseando?
Ésta es la pregunta que Jane le dirigió a Elizabeth en cuanto estuvieron en su
cuarto, y la que le hicieron todos los demás al sentarse a la mesa. Elizabeth
respondió que habían estado vagando hasta donde acababa el camino que ella
conocía. Al decir esto se sonrojó, pero ni esto ni nada despertó la menor sospecha
sobre la verdad.
La velada pasó tranquilamente sin que ocurriese nada extraordinario. Los
novios oficiales charlaron y rieron, y los no oficiales estuvieron callados. La
felicidad de Darcy nunca se desbordaba en regocijo; Elizabeth, agitada y
confusa, sabía que era feliz más que sentirlo, pues además de su aturdimiento
inmediato la inquietaban otras cosas. Preveía la que se armaría en la familia
cuando supiesen lo que había ocurrido. Le constaba que Darcy no gustaba a
ninguno de los de su casa más que a Jane, e incluso temía que ni su fortuna ni su
posición fuesen bastante para contentarles.
Por la noche abrió su corazón a Jane, y aunque Jane no era de natural
desconfiada, no pudo creer lo que su hermana le decía:
—¡Estás bromeando, Eliza! ¡Eso no puede ser! ¡Tú, comprometida con
Darcy! No, no; no me engañarás. Ya sé que es imposible.
—¡Pues sí que empieza mal el asunto! Sólo en ti confiaba, pero si tú no me
crees, menos me van a creer los demás. Te estoy diciendo la pura verdad. Darcy
todavía me quiere y nos hemos comprometido.
Jane la miró dudando:
—Elizabeth, no es posible. ¡Pero si sé que no le puedes ni ver!
—No sabes nada de nada. Hemos de olvidar todo eso. Tal vez no siempre le
haya querido como ahora; pero en estos casos una buena memoria es
imperdonable. Ésta es la última vez que yo lo recuerdo.
Jane contemplaba a su hermana con asombro. Elizabeth volvió a afirmarle
con la mayor seriedad que lo que decía era cierto.
—¡Cielo Santo! ¿Es posible? ¿De veras? Pero ahora ya te creo —exclamó
Jane—. ¡Querida Elizabeth! Te felicitaría, te felicito, pero…, ¿estás segura, y
perdona la pregunta, completamente segura de que serás dichosa con él?
—Sin duda alguna. Ya hemos convenido que seremos la pareja más
venturosa de la tierra. ¿Estás contenta, Jane? ¿Te gustará tener a Darcy por
hermano?
—Mucho, muchísimo, es lo que más placer puede darnos a Bingley y a mí. Y
tú, ¿le quieres realmente bastante? ¡Oh, Elizabeth! Haz cualquier cosa menos
casarte sin amor. ¿Estás absolutamente segura de que sientes lo que debe sentirse?
—¡Oh, sí! Y te convencerás de que siento más de lo que debo cuando te lo
haya contado todo.