Page 58 - Libro Orgullo y Prejuicio
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después una cena caliente. La perspectiva de semejantes delicias era magnífica,
y las chicas se fueron muy contentas. Collins volvió a pedir disculpas al salir, y se
le aseguró que no eran necesarias.
De camino a casa, Elizabeth le contó a Jane lo sucedido entre los dos
caballeros, y aunque Jane los habría defendido de haber notado algo raro, en este
caso, al igual que su hermana, no podía explicarse tal comportamiento.
Collins halagó a la señora Bennet ponderándole los modales y la educación de
la señora Philips. Aseguró que aparte de lady Catherine y su hija, nunca había
visto una mujer más elegante, pues no sólo le recibió con la más extremada
cortesía, sino que, además, le incluyó en la invitación para la próxima velada, a
pesar de serle totalmente desconocido. Claro que ya sabía que debía atribuirlo a
su parentesco con ellos, pero no obstante, en su vida había sido tratado con tanta
amabilidad.