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222|   En el Jardín de la Sabiduría Capítulo Seis:  El encuentro   | 211  único que le importa es la sabiduría verdadera”.  persona, haciendo caso omiso de su propio honor. Porque lo   en todas partes y por lo tanto está dispuesto a recibirla de cada   “sabio” es: “Aquel que ama la sabiduría y realment

 El rey pensó para sí: “Si los mando llamar de repente para   ¿Dónde empieza la auto-persecución del Sabiondo? En su
 que se presenten ante mí, se van a asustar mucho. El Sabiondo   arrogancia. ¡No puede perdonarse ni el menor error! Y dado
 perderá su lucidez completamente y el Simple puede llegar a   que no ve la mano de Hashem en su vida, se echa la culpa
 volverse loco del miedo”.  a sí mismo de todo. En vez de interpretar cada pequeño
           inconveniente como un suave mensaje de Hashem indicándole
           que debe acercarse a Él y cambiar sus prioridades, él se
 El rey entiende el corazón de sus súbditos. Él sabía que una   atribuye cada error a sí mismo. Y como hasta ahora estaba
 convocatoria del rey los iba a conmocionar. Todo el que recibe   seguro de que era perfecto, ahora siente una terrible tristeza
 una convocatoria del rey siente miedo y aprensión. “¿Para   al darse cuenta de que no es verdad.
 qué me habrá llamado el rey? ¿Acaso hice algo malo? ¿Quién   De acuerdo con los principios de emuná, la falta de éxito
 sabe qué se esconde tras esta convocación?”. Es por eso que   también es una forma de éxito, porque es un catalizador que
 el rey buscó la forma de evitar que sus súbditos se alarmaran:  impulsa a la persona a fortalecer su emuná, su plegaria, su
           teshuvá, su crecimiento espiritual, a fin de que se acerque a
           Hashem. Debemos recordar que todo lo que sucede es por
 Entonces decidió enviar un mensajero astuto al Sabiondo y   voluntad de Hashem y que Hashem nos está transmitiendo
 un mensajero simple al Simple. El único problema era cómo   un mensaje en cada cosa que pasa, y por lo tanto siempre
 encontrar una persona simple en la ciudad capital, ya que   debemos estar alegres.
 la  gente  que  vive  en  la  capital  suele  ser  muy  sofisticada.
 Únicamente  el  Ministro  del  Tesoro  era  una  persona
 especialmente  simple,  ya  que  no  se  suele  designar  a  una   La gran Roma y la pequeña Roma
 persona astuta como tesorero, para que con su astucia y su
 inteligencia no malgaste los fondos nacionales. Por lo tanto,   Existen dos grupos de personas que sufren de la manía de la
 se designa a una persona simple para que sea Ministro del   persecución y la arrogancia:
 Tesoro.


                1. Los “herejes empedernidos”, que insisten en su
 La frase que utiliza Rabí Najman: “El Ministro del Tesoro era   ilusión obstinada de que ellos son el Todopoderoso,
 una persona especialmente simple” es una gran lección para   pero sufren constantemente al ver que la realidad
 todos nosotros. Cualquier brecha en la simplicidad es un factor   no se adapta a sus deseos. No obstante, ellos siguen
 determinante para que uno no tenga bendición en su sustento.   luchando en contra de la realidad en forma ciega
 Cuando la persona se conduce con simplicidad en todo lo   hasta  que  al  final  acaban  destrozándose  a  ellos
 que se refiere al sustento, entonces no sufre de problemas de   mismos. En esta categoría entra el Sabiondo, quien
 esa índole. Todos los problemas de sustento que uno tiene se   no dejó de luchar por su ilusión hasta que no quedó
 deben a que se olvida de que el sustento proviene de Hashem.   completamente destrozado.
 Ahí es cuando empiezan a surgir toda clase de obstáculos. En
 el momento en que uno piensa que él es el único responsable   2. Los  “herejes  deprimidos”,  que  se  persiguen  a  ellos
 de su sustento, ahí es cuando surge el estrés y la preocupación   mismos y cada vez que fracasan llegan a la conclusión
                  de que como personas no tienen ningún valor y que   generación en la que vivimos: la auto-persecución.  están haciendo alusión a la más grande enfermedad de esta   sabiduría… ¡y aun así fui capaz de hacer un error semejante!”   Las palabras del Sabiondo: “Con lo grande que es mi   La a







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 una persona así en un puesto tan estratégico.
 empleador, dado el caso– estaría más que feliz de contar con
 fiel  y  confiable.  Es  obvio  que  el  rey  –o  cualquier  otro
 una persona de fe verdadera y por lo tanto es absolutamente
 simplicidad e inocencia, sin buscar ganancias personales. Es
 que no le pertenece. Él lleva a cabo su tarea con absoluta
 y mucho menos gasta lo que no tiene. Jamás va a tocar algo
 cuestiones financieras ni tampoco va corriendo tras el dinero
 La persona que tiene emuná simple no se preocupa por
 hacía malversación de fondos…
 el ministro les ofrecía puestos de influencia a familiares o si
 sincero. El rey no tenía necesidad de preocuparse acerca de si
 chapuceros ni hace nada que no sea perfectamente honesto y
 persona astuta. La persona simple no recurre a métodos
 ministro del tesoro que fuera una persona simple, no una
 muy desafortunadas. Es por eso que el rey sabio quería un
 de confiar en Hashem acaba tomando decisiones financieras
 Aquel que tiene excesiva confianza en su propia astucia en vez

 le tocó en la vida.
 lo tanto vive dentro de sus posibilidades y es feliz con lo que
 aquello que necesita en el momento en que lo necesita, y por
 tiene. Cuando uno tiene emuná, sabe que Hashem le da todo
 que tiene emuná simple no gasta ni invierte dinero que no
 también es producto de la falta de emuná, porque la persona
 uno está incurriendo en tremendas deudas. Este fenómeno
 puede garantizar que así será? Al invertir dinero que no tiene,
 también va a obtener beneficio a gran escala. Pero ¿quién le
 préstamos enormes pensando que si invierte a gran escala,
 A menudo la gente contrae problemas financieros al tomar

 de procurar el sustento.
 que todo proviene únicamente de Él no enloquece a la hora
 dinero. Solamente la persona que confía en Hashem y sabe
 en  transgredir  las  leyes  y  cometer  delitos  a  fin  de  obtener
 la Torá y las leyes civiles, entonces siente que está justificado
 dinero por medios legales, o sea, cumpliendo con las leyes de
 que no lo dejan dormir. Y entonces, si uno no logra obtener

 Capítulo Siete:  Cambio de rumbo   | 223
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