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Clotilde lo animó a continuar su obra inaugurando un jardín de infantes, idea

que comenzaba a tener peso en ese tiempo. También que siguiera enseñando
inglés la señorita Megan Rhys y francés la señorita Francina Girardez. Tal
vez agregar algunas actividades más, decía mamá con sentido práctico.

Daniel prefirió que la Academia, en manos de su directora, dictara clases
como siempre hasta que el último de sus alumnos hubiera pedido el pase o fi-
nalizado sus cursos. Esta etapa duró has-

ta marzo de 1951y fue un lento ver des-
membrarse su escuela, que, aún mirada
desde hoy, hubiera podido continuar con
estilo y objetivos diferentes pero el lucro
no indispensable para vivir con dignidad
nunca estuvo dentro de las prioridades

de mi padre.

Fue retirándose de la escena princi-
pal en su instituto pues su nombramiento
como profesor de castellano y literatura
en el Colegio Nacional llegó el 28 de ju-
lio de 1947. Lo aceptó sin dudar. De in-

mediato suspendió las preparaciones es-
peciales en la Academia residual. Tareas
incompatibles para su concepto de la éti-
ca. Mi hermano Danielito nació en julio de 1949. El esperado hijo varón ilumi-

nó una etapa nueva para la pequeña familia.

 LA RADIO
La actividad radial de Daniel en Comodoro había empezado el 19 de di-

ciembre de 1939 cuando ofreció una descripción acerca de paisajes y música
de Galicia, como invitado, dentro de las “Postales de España”, audición trise-
manal que Casa Cánova patrocinaba por LU4. Continuó sobre fines de marzo
de 1941 en el espacio cultural de Addenda, según informa el diario “El Chu-
but”, con una charla parecida a la que había dado en la Legación Española en

Tánger, siempre acerca de los derechos de los niños.

En enero de 1948 comenzó por LU4 la audición “Suspiros de España”
los martes, jueves y sábados, de 18.45 a 19.15 y ese rincón de recuerdos, paisa-
jes y música de su tierra natal, fue un lugar muy querido. Cuando tuve edad pa-

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