Page 33 - Confesiones de mi alumno
P. 33
linchada por la gente al descubrir que se convertía en cóndor. Todos decían
que era una bruja, salió en los noticieros: como para no creer.
Aquel anciano blanco y aquella anciana mujer, no usaban acaso plantas para
hacer tales maravillas. Yo mismo vi como el señor Blanco llevaba atado una
chuspita en su cintura que contenía un libro oscuro y muchas semillas, era sin
duda un gran conocedor de ellas, lo mismo que la anciana, que había bebido
algún brebaje de alguna planta que ni el más docto en botánica conocía.
Les conté esta y otra historia que me conto un nativo Mashiguenga para
nuestro libro.
Dice pues que en su pueblo vivía un hombre que se había ido al monte a buscar
una extraña planta, dicha planta tenía el poder convertir al hombre en jaguar.
Camino días y semanas hasta que por fin hallo la maravillosa planta: el
Kamárampi. Preparo un brebaje con la planta y lo bebió en una noche de luna
llena y quedo convertido en un jaguar, volvió entonces a su pueblo y se comió a
todos sus enemigos por las ofensas que le habían hecho.
Con estas historias les animaba a mis alumnos a que buscaran plantas, las más
extrañas, las que aún no habían sido descubiertas y así poder completar nuestro
libro. Estaba contando esto, cuando Enrique exclamo de pronto, así nomás,
sin levantar la mano y sin pedir permiso a nadie.
―¡Yo conozco una planta misteriosa, profe, creo que es un veneno, no estoy
seguro, tendría que probarlo, profe! ―grito el muchacho, pues no tenía otra
forma de hablar.
Página
33