Page 37 - Confesiones de mi alumno
P. 37

― ¿De qué se trata?    ―hable  sin detenerme.


                  ―Le vi a usted en mis sueños, profe    ―me dijo.


                  ―Así, cómo es eso, ¡cuéntame!    ―y empecé caminar lento.



                  ―“Profe, soñé que mi amigo Max y yo queríamos matarte con una        planta

                  venenosa. Planeamos cómo dártelo sin que te dieras cuenta,    entonces se nos

                  ocurrió una idea, y les dimos esa planta a todos los   alumnos que habías jalado

                  en este colegio y en todos los colegios en el que habías enseñado.  Nosotros


                  pensamos que tus alumnos te         odiaban porque les habías jalado y que ellos

                  te  darían el veneno; pero cuando les dimos la planta, ninguno quería darte el

                  veneno, profe.      Entonces mi amigo Max y yo nos preguntamos, ¡¿por qué nadie

                   quiere darle el veneno, nadie quiere matarle?! Nos dijimos, entonces  buscamos

                  otra forma de matarte y decidimos hacer  un jugo delicioso con esa planta. Como


                   tú me dijiste  una vez que estabas cansado y no podías dormir, lo preparamos y

                  te lo    ofrecimos   en   un  vaso   para   que durmieras  y  nunca  más  volvieras a

                  despertar. Aceptaste, y bebiste      profe, y así te matamos.  Entonces cuando te

                  matamos nos  fuimos   al    cerro  con  mi   amigo  muy  felices y   dijimos ¡era un

                  estorbo para la   sociedad!  y no sentimos ni el más mínimo remordimiento de lo


                  que habíamos    hecho.  Luego vimos como tu alma caminaba penándose por las

                  calles      buscando a sus asesinos. Eras  como  una    sombra: tu alma era oscura

                  profe. Luego  me di   cuenta  que mi amigo   Max  también  había  matado   a mi

                  compañero Omar, porque antes ellos se odiaban.  Le pregunte  a  mi  amigo  por

                  qué  le  había   matado   a mi      compañero y el me explico que  era otro estorbo.


                   Yo  le    conteste que estaba  bien lo  que había hecho,  pues  yo  también quería

                  matarlo porque le odiaba.




                                                            Página

                                                            37
   32   33   34   35   36   37   38   39   40   41   42