Page 42 - Confesiones de mi alumno
P. 42

la carne y el alma: quitaba la vida de manera espantosa,  causando   gran  dolor.

                   Pasado un tiempo profe, porque en el mundo de los sueños no hay      tiempo.


                  Llego al fin   el  día   en   que   nos   encontramos y tú, todo un       caballero, nos

                   mostraste  una puerta  y nos invitaste a pasar.


                  ―¡Pasen, por favor!   Entramos, atravesamos la puerta con mi amigo Max y

                  sentimos que caíamos a un agujero. Gritamos. Era oscuro       profe, y la maquina


                   empezó a destrozarnos el cuerpo y el alma,  profe.  Cuando   salimos de   ahí  mí,

                  amigo y yo nos volvimos a regenerar, pero  la maquina era interminable, como

                  un círculo vicioso y nos volvía a     triturar el cuerpo  y el alma, dolía mucho profe

                  y lloramos, ¿por qué   eres malo profe?     ―se quebró su voz― Era como un ciclo


                   que se volvía a  repetir, entonces le dije a mi amigo Max:

                  ―Adiós  amigo, no podre     resistir una vez más. En eso me desperté profe  y  vi

                  que  mi madre me estaba hablando    para que me despertara.



                  ―¿Por qué eres malo profe? Por qué inventaste esa máquina      ―me   pregunto

                  molesto.


                  ―Es solo un sueño,   estas confundiendo la realidad    ―pero a lo mejor, yo era el

                   confundido, a lo mejor el mundo de los sueños era     más real que este       otro


                  mundo  tan insignificante. Extendí la mano     luego y nos despedimos, en silencio

                   nos despedimos, como si aquello hubiera  sucedido realmente.

















                                                            Página

                                                            42
   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46   47