Page 148 - Auge y caída del antiguo Egipto
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Nuestra visión del antiguo Egipto está profundamente configurada por los
monumentos que han llegado hasta nosotros. El Imperio Antiguo, con sus
pirámides, y el Imperio Nuevo, con sus templos y tumbas, dominan la
imaginación popular, mientras que los siglos que los separan, largamente
desprovistos de arquitectura monumental, apenas son conocidos y representan
una era olvidada y oscura. Sin embargo, los acontecimientos sociales y políticos
que tuvieron lugar durante este ignorado período tendrían un efecto profundo y
duradero en el curso de la historia del antiguo Egipto. La debilidad de una
monarquía hereditaria, la amenaza planteada por un cambio climático, los
peligros de una inmigración descontrolada y las consecuencias imprevistas de
unos vínculos más estrechos con el exterior: todo ello pasaron a experimentarlo
los egipcios en duras lecciones que llevarían su civilización a un punto límite.
En medio de este caos, no obstante, Egipto presenció un segundo gran
florecimiento cultural. El Imperio Medio fue la edad de oro de la literatura,
cuando se compusieron muchos de sus grandes clásicos. Desde la heroica
Historia de Sinuhé hasta el divertido relato de El marinero náufrago, pasando
por la descarada propaganda de la Profecía de Neferti o la sutil retórica de El
campesino elocuente, la metafísica Disputa entre un hombre y su alma o la
burlesca Sátira de los oficios, la producción literaria del Imperio Medio revela la
forma más compleja y sofisticada de la sociedad del antiguo Egipto. Mientras
que las evidencias arqueológicas resultan prosaicas y desprovistas de
sentimientos, los textos de los antiguos egipcios que han llegado hasta nosotros
nos permiten entrar en su imaginación, ver el mundo tal como ellos lo vieron.
Por esta razón, el Imperio Medio nos parece más inmediato, más tangible, que
otros períodos de la historia egipcia. Por una vez, podemos captar su aroma.
Fue este también un tiempo caracterizado por una riqueza sin precedentes en