Page 288 - Auge y caída del antiguo Egipto
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Rey y patria
TODOS LOS HOMBRES DEL REY
Las conquistas extranjeras de Thutmose III están siempre presentes en las
descripciones contemporáneas de su reinado, y de hecho todavía dominan
nuestra visión acerca de este treinta y cinco siglos después. Sin embargo, aunque
el rey pasó largos períodos en campaña lejos de Egipto, especialmente durante
las dos primeras décadas de su gobierno en solitario, no podía permitirse el lujo
de descuidar las cuestiones internas. Egipto era un país geográficamente extenso
y una nación de firmes tradiciones locales y regionales. Las fuerzas de la
descentralización apenas pasaron nunca de ser superficiales. La amarga
experiencia, en dos ocasiones en el transcurso de la historia de Egipto, había
demostrado que, en ausencia de un gobierno central firme, el país podía
fácilmente caer presa de la fragmentación política, los conflictos internos y la
invasión extranjera.
Para los primeros reyes de la XVIII Dinastía, Ahmose y Amenhotep I, la
principal prioridad había sido reconstruir su convulso reinado, y las aventuras
extranjeras no representaban más que una distracción que no podían permitirse.
Que Thutmose III fuera capaz de dedicar sus considerables reservas de energía a
ensanchar las fronteras de Egipto, constituye un testimonio de sus dotes de
liderazgo tanto como las reformas administrativas de sus antecesores lo fueron
de las suyas. Y ello porque el sistema de gobierno que los primeros reyes del
Imperio Nuevo pusieron en marcha vino a reforzar el poder absoluto del
monarca al tiempo que lo liberaba de las exigencias cotidianas del gobierno del