Page 597 - Auge y caída del antiguo Egipto
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ninguna dinastía de faraones.
Sin embargo, aparte de representar la última y audaz afirmación de la realeza
divina, las piedras del monumento de Cleopatra proclaman una verdad más
profunda y duradera. Junto a la figura del último Ptolomeo, aparecen grabados
cuatro sencillos jeroglíficos: una correa de sandalia, una serpiente, una barra de
pan y una franja de tierra aluvial. Es decir, la quintaesencia de la civilización
faraónica. Juntos, forman un epíteto que se había aplicado a los reyes desde
tiempo inmemorial: anj dyet, «que viva para siempre».
Se trata de un epitafio apropiado, no solo para Cleopatra, sino para todo el
antiguo Egipto.