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de trabajo, los incidentes de acoso e informar. La compañía también ofrece un Programa

de Asistencia al Empleado, que suministra servicios de consejería profesional gratuita
(Ozkan & Beckton, 2012).

En 2012, Anglo American en Chile realizó una serie de talleres de diversidad de género
para los supervisores a través de todas sus operaciones en Chile. Uno de los objetivos de
los talleres fue explicar la estrategia de Anglo American género diversidad, para promover

el conocimiento de la política de la empresa y las razones para ello. Otro objetivo era
proporcionar un espacio para el debate abierto y franco. Se alentó a los participantes a
debatir experiencias personales positivas y negativas y plantear dudas, preguntas o
inquietudes acerca de las políticas y procedimientos sobre la diversidad de género de la
empresa (IFC, 2013). Por ejemplo, en algunos de los talleres, los supervisores masculinos
revelaron inquietudes persistentes sobre si era necesario para adaptar su estilo de gestión
para administrar las mujeres, mientras que las mujeres supervisores tuvieron la
oportunidad de compartir su experiencia personal-bueno y mala-de trabajar en un
ambiente dominado por hombres.

Un resultado clave de cada taller es un "acuerdo de convivencia": una lista de acciones
simples que los hombres y las mujeres se comprometen a tener en cuenta para ayudar a
hacer la vida en el lugar de trabajo más fácil para todos. De acuerdo al Reporte del IFC
(2013) algunos de los compromisos acordados fueron:

 "Voy a desarrollar la empatía, al recordar a ponerme en los zapatos de otras
personas"
 "Voy a utilizar un lenguaje respetuoso, pero no ser sobreprotector o excluir a otros
de los debates"
 "No voy a restar importancia a las situaciones que socavan el respeto por el género
u otras diferencias"

Una vez determinados, estos acuerdos se publicaron en los tablones de anuncios en todo el
lugar de trabajo. Estos compromisos contribuyen a generar un sentido de pertenecía a los
supervisores y mantener un recordatorio constante de cómo poner en práctica la política
de cada día. Algunos supervisores varones admitieron ser escéptico al principio, pero
reportaron que para el final del taller estaban muy contentos de haber participado.

3. La lucha contra el acoso sexual

La lucha contra el acoso sexual es un tema complicado y frágil a
tratar. En ocasiones es difícil detectar el problema, debido a que
puede haber una cultura de aceptación de un determinado
comportamiento hacia las mujeres, ya sea como resultado de la
práctica de trabajo o las normas sociales (IFC, 2009). En algunas

culturas, el propio comportamiento de las victimas pueden
advertir "pérdida de honor". A menudo las trabajadoras de

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