Page 105 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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de Bolsena (j.-M. Pailler, F.-H. Massa-Pairault), testimonian el alto respeto a los usos
religiosos y la práctica de ritos adecuados.
Extensión y demografía
La extensión de las ciudades, evaluadas para la Etruria meridional por S. Judson
y P. Hemphill, y con carencia de datos fiables para la Etruria septentrional (M. Pac-
ciarelli), que incluían en el interior de sus murallas, en muchísimos casos, jardines y
huertos, así como espacios para la transformación y almacenamiento de productos,
ha planteado la cuestión del número de personas que las habitaban.
En este sentido los etruscólogos todavía no se han puesto de acuerdo, recurriendo
en la mayoría de los ejemplos a conjeturas, basadas en el número de tumbas existentes
en los casos estudiados, en la capacidad de los teatros y anfiteatros de época romana
construidos en Etruria y en algunas citas en los textos clásicos acerca de tropas etruscas.
La presencia de Roma, a partir del siglo m a.C., hubo de incidir muy nega
tivamente en la población, que disminuyó, según los cálculos efectuados, hasta
los 200.000 habitantes para toda Etruria, con una densidad poblacional de tan
sólo 15 habitantes por kilómetro cuadrado.
Manejando las variables de que se dispone, los etruscólogos (datos de S. Steingrá-
ber) han evaluado para Caere unas 150 ha de superficie con una población estimada
para el siglo rv a.C. en unos 25.000 habitantes. Unas cifras similares contarían Popu
lonia (150 ha) y Tarquinia (121 ha). Algo menores, Volterra y Vetulonia, con unas 100
ha de superficie y unos 17.000 habitantes cada una. Mucho más pequeñas fueron
Vulci (90 ha) y Volsinii (80 ha), que contaron entre los 15.000 y los 13.000 habitan
tes. Ruselas, por su parte, dispuso de unas 12.500 personas en una superficie de 41
ha. No alcanzaron los 8.000 habitantes Perugia (32 ha), Arezzo (32 ha), Cortona (30
ha) ni Chiusi (26 ha). Veyes fue, con mucho, la ciudad etrusca más extensa (190 ha),
alcanzando las 32.000 almas.
En cualquier caso, falta información para evaluar la población total de Etruria en
su momento de mayor esplendor, así como para determinar su densidad humana.
La s m u r a l la s y las puertas
Aunque en un principio las ciudades etruscas, defendidas de modo natural —so
bre todo las de Etruria meridional— por su propia ubicación en escarpadas colinas
de formación volcánica, carecieron de murallas; sin embargo, a partir del siglo vi a.C.,
y sobre todo durante las dos siguientes centurias, ante la amenaza de Roma y luego
de los galos, se vieron obligadas a rodearse de sólidas defensas, a veces reforzadas en
algunos sectores con terraplenes y fosos.
Construidas las murallas, en general, con enormes bloques de piedra de forma
ciclópico-pelásgica primero y luego paralelepípeda, más o menos escuadrados y co
locados sin cimentar entre sí en hiladas sucesivas, alcanzaron diferentes alturas y pe
rímetros en función de las necesidades de cada uno de los asentamientos. Así, Tar
quinia tuvo 10 Ion de murallas; Volterra, 9, y Volsinii, 7. En algunos casos (Veyes y
Falerii, por ejemplo), la condición de sus lugares sólo exigió murallas en determina
dos puntos concretos.
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