Page 209 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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Por otra parte, en los banquetes de carácter funerario y en los festines, la músi
ca y la danza, interpretada y ejecutada por jóvenes siervos de ambos sexos, eran
obligadas.
S ig n if ic a d o so c ia l d e lo s b a n q u e t e s
La imagen peyorativa que de los etruscos hicieron griegos y romanos tuvo parte
de su argumento precisamente en los abundantes y desenfadados banquetes y convi
tes, que con cualquier circunstancia acostumbraron a celebrar. Los romanos (por
ejemplo, los poetas Catulo, XXXIX, 40, y Virgilio, Geórgicas, II, 193) pintaron al oboe-
sus etruscus o pinguis tyrrhenus («el etrusco obeso») como el prototipo de aquella raza,
prototipo que no se ajustaba en la mayoría de los casos a la realidad.
Uno de los temas preferidos de las pinturas funerarias fue el banquete, argumen
to pictórico que fue evolucionando en su figuración a través de los siglos etruscos.
A partir del siglo vi a.C., los participantes en los mismos aparecen tendidos sobre los
lechos, bien solos o acompañados, unas veces comiendo (en griego, syndeipnon), otras
bebiendo o conversando (sympósion).
Hoy se argumenta que con la repre
sentación de los banquetes —que indu
dablemente eran reflejo de la reali
dad— se intentó reseñar y afirmar la ca
tegoría social de determinados difuntos
y de sus grupos familiares más que des
tacar la molicie de la casi totalidad de
los etruscos.
Aunque, como se ha dicho, la pintu
ra file el medio expresivo más idóneo
para reflejar los banquetes y su ambiente
social, sin embargo la primera represen
tación de un banquete —en este caso fu
nerario— la tenemos en la tapadera de
una urna cineraria de impasto, hallada en
Montescudaio, en el territorio de Vol
terra, a fechar en el siglo vil a.C., de cla
ra tradición villanoviana. En este ejem
plar, de unos 65 cm de altura, hoy ateso
rado en Florencia, el único que banquetea
es un robusto señor, vestido y sentado
en un trono cuya espaldera se ha perdi
do. Ante él se halla dispuesta una mesa
circular de tres patas con diferentes pa
nes redondos y cerca de ella una crátera
o gran vaso para contener vino. Una sir
viente, figurada a menor tamaño, asiste
al señor abanicándole.
Según G. Camporeale, tal banquete Urna de Montescudaio. (Museo Arqueológico,
representa el símbolo de la clase aristo- Florencia.)
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