Page 212 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
P. 212
Se sabe que en cada ciudad se adoptaron nombres específicos para designar los
meses con períodos de 30 días. Gracias a un Glosario del siglo vin de nuestra era que
nos ha llegado, además de por algunas inscripciones funerarias, se pueden conocer
los nombres de ocho de ellos, y que latinizados son: Velcitanus (marzo), Calmas
(abril), Ampiles (mayo), Aclus (junio), Traneus (julio), Hermius (agosto), Celius (septiem
bre) y Chosfer (octubre). En el famoso Liber linteus de la momia de Zagreb (del que
nos ocuparemos más adelante) probablemente están escritos también los nombres
de noviembre (élauchmne-ti?) y diciembre (éperthereni?).
Los nombres aluden a divinidades, caso de Traneus: t(u)rane = Turan = «Venus»;
Hermius: «Hermes». O bien evocan simplemente numerales: «xosfer—de la raíz cezp
= ocho». Otros son de significado desconocido.
El calendario se mantuvo en secreto durante mucho tiempo, pues contenía la re
lación de días fastos y nefastos, cuyo conocimiento condicionaba, según A. Hus, la
vida pública, así como la diversidad de cultos. Al parecer tan sólo se divulgó como
consecuencia de las revueltas populares.
Anualmente, coincidiendo con las fiestas panetruscas del dios Voltumna, en el
templo de la diosa Nortia, en las cercanías de Volsinii (Orvieto), según recuerda Tito
Livio (VII, 3), se clavaba un clavo en uno de los muros de tal templo, ceremonia que
simbolizaba el constante paso del tiempo y el cumplimiento inexorable del Destino.
Tal ceremonia de cómputo cronológico sería adoptada por los romanos en el Tem
plo Capitolino de Júpiter Óptimo Máximo.
Los años etruscos tomaron el nombre, con toda probabilidad, de dos magistra
dos epónimos (zilci), caso similar a lo que hizo Roma con sus dos cónsules, según re
velan algunas inscripciones (Tarquinia, Caere, Cortona), y también el de uno solo
(Tarquinia).
Sarcófago de una mujer de la familia Ceicna. (Tomado de J. Martha.)
218