Page 262 - Lara Peinado, Federico - Los etruscos. Pórtico de la historia de Roma
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La pesca organizada se practicó sobre todo en el mar, donde, tras ser avistados los
bancos de atunes y delfines desde observatorios construidos al efecto, se procedía a
su captura con arpones y redes. Estrabón (V, 2) recuerda el éunnoskopeion de Populonia
del siglo i a.C y el existente sobre el Monte Argentario, en Orbetello. Los peces obteni
dos se comercializaban luego en factorías costeras, caso, por ejemplo, de Pyrgi, el puer
to principal de Caere.
También se tiene noticia de la pesca en lagos (Bracciano, Bolsena y Vico) y en
ríos. Sabemos que en estas aguas, y durante la época romana, se pescaban doradas,
lubinas, róbalos y otras especies marinas que se habían aclimatado al agua dulce, al
decir de Columela (De re rust., VIII, 16).
Aunque son muy pocos los restos que han testimoniado la actividad pesquera
(pesos de redes, anzuelos, arpones, un tridente de bronce, de Vetulonia, hoy en Flo
rencia, y otro de hierro, descubierto recientemente en el túmulo de S. Jacopo de
Pisa), unos pocos modelos de barcos en terracota, hallados en algunas necrópolis
de Veyes, y una especie de piragua, encontrada en una tumba de la necrópolis del
Sasso di Furbara (entre Caere y Pyrgi), del siglo vil a.C. —estudiada por D. Brusadin
Laplace—, confirman su práctica.
Hay que señalar, por otra parte, que se han conservado algunos desperdicios de
peces. Entre ellos, unas cuantas vértebras halladas en un plato de Pyrgi, conchas
de moluscos y valvas de mejillones, estas últimas en tumbas de Tarquinia y Caere.
Aunque tangencial con la pesca, debe decirse que se han hallado fragmentos de co
ral en el santuario de Gravisca, en cuya costa existieron algunos arrecifes con tal es
pecie.
Tomba della Caccia e della Pesca. Tarquinia.
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